Sinfonía para los ojos

AutorJuan Carlos García

ENVIADO

ÁMSTERDAM, Países Bajos.- "El diseño es sobre el mejoramiento de nuestras vidas... poéticamente, estéticamente, empíricamente, sensorialmente y emocionalmente", reflexionó el diseñador industrial y de interiores Karim Rashid.

Ese pensamiento del egipcio canadiense viene a la mente al aterrizar en Ámsterdam, cuya terminal aérea es el preámbulo de una ciudad muy bien vestida.

La señalización del Aeropuerto Internacional Ámsterdam Schipol (ubicado en la lista de los Mejores del Mundo, según los World Airport Awards) orienta sin exigir ningún esfuerzo. Basta con atender los símbolos para ubicar rápidamente un local de comida, los sanitarios, una casa de cambio o la zona de reclamo de equipaje.

Paul Mijksenaar, diseñador que ha ganado prestigio justo por la señalización del aeropuerto y también del Metro de Ámsterdam, gestó la identidad de este inmueble pensando en pasajeros con mucha prisa y siempre nerviosos, a lo que le dio solución con gráficos coloridos y la idea de "a dónde debo ir" en todo momento.

Al conectar con el Metro, las máquinas expendedoras de boletos invitan a poner atención sólo en sus colores y números: la compra resulta sencilla y no hay necesidad de enredarse en una madeja de instrucciones.

Una vez en la ciudad, los ejemplos de belleza surgen en todo momento. El Housing Silo Amsterdam, mejor conocido como el Silodam, es un edificio residencial y comercial de 10 pisos que da la impresión de haber encontrado su inspiración en un cubo Rubik. Fue inaugurado hace más de 10 años por el estudio holandés MVRDV.

El interior de las tiendas Droog (de Renny Ramakers) y Moooi (de Marcel Wanders) y las siluetas de icónicas construcciones como el Amsterdam Arena (Rob Schuurman y Sjoerd Soeters, 1996) o el edificio Ballena (Fritz Van Dongen y De Architekten CIE, 2001) dejan claro por qué Ámsterdam es única en cuanto a diseño y arquitectura.

El momento cumbre para los fetichistas de la estética se

alcanza en los mercados. El Nieuwmarkt, el Westerstraat Market y el Postzegelmarkt atraen por la calidad y la variedad de productos, pero cuando los marchantes cierran las puertas, aparecen pinturas, fotografías, litografías y carteles impresos sobre las superficies de madera: un detalle que no puede obviarse.

Eso pasa también en el interior de los túneles o bajo puentes, que cuentan con espacios no sólo para publicidad, también para exposiciones de fotografías o carteles.

Las paradas de autobús y los estacionamientos para bicicletas...

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