Acuerdo por el que la Quincuagésima Séptima Legislatura del Estado de Querétaro, se adhiere a la iniciativa proyecto de Decreto por el que se adiciona un último párrafo al artículo 4º. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, formulada por la Quincugésima Octava Legislatura del Honorable Congreso del Estado Libre y Soberano de Puebla.
5 de abril de 2013 LA SOMBRA DE ARTEAGA Pág. 3617
PODER LEGISLATIVO
LA QUINCUAGÉSIMA SÉPTIMA LEGISLATURA DEL ESTADO DE QUERÉTARO, EN EJERCICIO DE LAS
FACULTADES QUE LE CONFIEREN LOS ARTÍCULOS 17, FRACCIÓN XIX, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DEL ESTADO DE QUERÉTARO Y 81 DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER LEGISLATIVO DEL ESTADO DE
QUERÉTARO, Y
CONSIDERANDO
1. Que las constituciones modernas contemplan la división de poderes, es decir, cómo se divide el poder para que
funcione, para que los órganos del Estado puedan cumplir con su tarea, sin poner en riesgo los derechos de las
personas. Por otra parte, se refiere también a los derechos fundamentales; qué derechos tenemos, cómo nos
vamos a relacionar con el gobierno y también entre nosotros los ciudadanos.
2. Que ante la formación de una sociedad democrática como la nuestra, surge en su seno una variada y compleja
gama de grupos, que por unas u otras razones conllevan a la dominación de unos sobre los otros,
configurándose así una multiplicidad de paradigmas de marginación social, basados en cuestiones de sexo,
clases sociales, raza, edades, preferencias sexuales, etcétera. Pareciera ser que el pluralismo es asimilado
socialmente no como una oportunidad de fortalecimiento cultural, sino como un medio de distinción.
3. Que en un estado democrático se debe ser tolerante a la pluralidad, como una característica de la democracia
misma, que reconoce los diversos puntos de vista, intereses, ideas y formas de pensar de las personas y de los
organismos o grupos que se conforman de acuerdo con ellos. En la pluralidad todas las posturas son válidas,
aun en sus diferencias, porque enriquecen e impulsan el avance de cualquier comunidad.
4. Que las características propias de cada uno de los grupos sociales, no deben ser objeto de situaciones de
discriminación, pues muchas de las veces llegan a constituir las grandes injusticias sociales, dejando a los
integrantes de estos grupos, en situación de vulnerabilidad, respecto de sus derechos más elementales.
Los derechos humanos son inherentes a todas las personas, sin distinción alguna por razón de nacionalidad,
lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua o cualquier otra condición. Todos
tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna; son interrelacionados, interdependientes e
indivisibles.
5. Que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo primero, prohíbe toda
discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición
social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier
otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de
las personas.
6. Que no obstante lo dispuesto en nuestra Carta Magna, hasta la fecha siguen existiendo los llamados “grupos
vulnerables”, aquellos cuyas condiciones físicas, psíquicas, históricas, económicas, sociales o culturales, son
tomadas como motivos discriminatorios violentando sus derechos humanos.
7. Que esta vulnerabilidad, no se da de manera natural, sino que se construye social o culturalmente por la forma
en que las diferencias entre los grupos son asimiladas por la sociedad en general, siendo los adultos mayores,
hoy en día, uno de los grupos más vulnerables, motivo por el cual se debe velar con mayor ahínco por el
respeto de sus derechos humanos.
Los adultos mayores, en nuestra cultura, han ocupado un lugar especial en la transmisión de los valores y las
tradiciones; representan una fuente de sabiduría, al ser poseedores de un conocimiento que la experiencia y
los años otorgan.
Las nuevas concepciones de un mundo centrado en la educación escolarizada y el uso de las nuevas
tecnologías, privilegian el conocimiento inmediato, especializado, con el desarrollo de nuevas habilidades. Al
mismo tiempo, las necesidades del mercado han ubicado sus principales nichos de interés en una creciente
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