Jesús Silva-Herzog Márquez / Filiación contra discernimiento

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

El país pierde velozmente capacidad para encontrar la medida de su mundo. De pronto, todo está en riesgo. Lo avanzado es una ilusión, el retroceso es inminente. Algunos dictan lecciones pidiendo que se repasen los momentos previos al estallido de la revolución; otros invocan teorías de la emergencia para salvar a la nación. Ése es el dictamen: México está a punto de retroceder un siglo. Rondamos el precipicio montados en caballo ciego. Ésta es la mejor prueba de la victoria política de Andrés Manuel López Obrador. Su lectura de la circunstancia mexicana, a un tiempo maniquea y dramática, se ha vuelto hegemónica. De acuerdo con esta visión, el país está ante el mayor peligro de su historia reciente. Las instituciones del pluralismo no son espacios de la diversidad nacional que han ganado representatividad y autonomía, son piezas de un aparato de poder empeñado en destruir a un hombre popular. La filosofía de la conspiración no es ya el ridículo dicharacho de un megalómano, es la interpretación común de nuestro presente.

No es extraño que un país que extravía sus mecanismos de medición pierda también el sentido de prudencia. La imprudencia empieza con el desconocimiento de la responsabilidad propia. Marea el revoltijo de funciones. Un Presidente entregado a la camorra olvidando su deber de moderación y estabilidad; un gobernante que emplea todos los instrumentos del poder público para defender su causa personal; el titular de un órgano de Estado que inopinadamente ofrece asesoría al gobernante que emplea todos los instrumentos del poder público para defender su causa. Y los críticos aceptando la convocatoria de algún funcionario público para defender a su jefe, olvidando su responsabilidad de ejercer los poderes de la reflexión.

Vale la pena detenerse en el manifiesto contra el desafuero firmado por un extraordinario grupo de importantes. Un conjunto notable. Algunos de nuestros mejores escritores y pintores, ex funcionarios respetables, arquitectos prestigiados, historiadores y filósofos merecedores de admiración se unieron para rechazar el desafuero de Andrés Manuel López Obrador. No encuentro nada reprochable en la causa. Lo lamentable es el penoso texto en el que coincidieron. Lo es, no solamente por su redacción desaseada, su tonillo tremendista, sus halagos al lugar común y su lógica descosida. Lo es fundamentalmente por la visión política que revela, por la noción de la democracia que defiende, por la actitud intelectual que revela. El...

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