El silencio obligado de los testigos

AutorAntonio Navarrete

Dentro de la investigación realizada por MURAL se buscó a testigos de tres diferentes casos, pero solamente uno de ellos quiso relatar lo que le sucedió.

La persona, quien prefirió el anonimato, fue víctima de un frustrado asalto a mano armada en el que dos delincuentes intentaron despojarlo de la camioneta que manejaba.

Los asaltantes lo golpearon y lo obligaron a permanecer boca abajo adentro del auto, razón por la que no les vio las caras.

Las fuerzas policiacas lograron detener a los delincuentes, quienes fueron procesados y enviados a un Juzgado.

Ante el fiscal que integró la averiguación previa del caso, el afectado sí declaró junto con otro testigo que se dio cuenta de los hechos.

Días después le llegó un citatorio donde se le requería para que acudiera al Juzgado a declarar nuevamente.

Antes del careo, un desconocido se plantó frente a su casa y su presencia fue notada por los vecinos, quienes días después le advirtieron que el hombre volteaba constantemente hacia el interior de su vivienda.

El desconocido dejó de ir a su casa, pero después llegaron dos familiares del inculpado, quienes con lágrimas en los ojos le suplicaron al afectado que no asistiera a la comparecencia, pero él se mantuvo en su postura de presentarse ante las autoridades y dar su testimonio de cómo sucedieron las cosas, sin dejar de mencionar que en ningún momento le vio la cara a los delincuentes.

Los familiares le dijeron al afectado que el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR