El signifi cado de los derechos humanos para los países capitalistas desarrollados

AutorNorbert Lechner
Páginas467-491
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EL SIGNIFICADO DE LOS DERECHOS HUMANOS
PARA LOS PAÍSES CAPITALISTAS DESARROLLADOS*
NO HAY QUE PENSAR como el presidente Stroessnera para asombrarse de la sú-
bita importancia adjudicada a los derechos humanos por parte de los países
capitalistas desarrollados. Quien considera al gobierno del general Stroessner
como “un gobierno democrático y representativo con autoridad”, no puede
menos que declarar “el manoseado tema de los derechos humanos” como un
“Caballo de Troya del comunismo internacional”.1 Se habla de los derechos
humanos para revolver el orden establecido, para sembrar el caos donde por
siglos estaba nítidamente delimitado el reino de la libertad. “Tú lo sabes. Plo-
mo y machete para los cabrones. Pero total libertad de crítica, polémica, dis-
cusión y controversia cuando se trata de arte, de literatura, escuelas poéti-
cas,  losofía clásica, los enigmas del Universo, el secreto de las pirámides, el
origen del hombre americano, el concepto de belleza, o lo que por ahí se
ande […] Eso es cultura”.2 Lo demás es politiquería, demagogia e interfe-
rencia en los asuntos internos. Pero aun quien recuerde la guerra de Viet-
nam y el escándalo de Watergateb estará sorprendido de ver transformado
un issue en la reconstrucción del sistema político norteamericano en una
cuestión de política internacional. Pues lo novedoso en la campaña de defen-
sa de los derechos humanos es bien eso: por vez primera la preocupación
por los derechos humanos es un asunto internacional. Se invocan los dere-
chos humanos en defensa de las minorías políticas en la Unión Soviética y
* En E. Tamez y S. Trinidad (eds.), Capitalismo, violencia y antivida: la opresión de las mayo-
rías y la domesticación de los dioses, 2 tomos, San José (Costa Rica), Educa, 1978.
1 Declaraciones al Jornal do Brasil, Río de Janeiro, 30 de enero de 1978 (cable de AP).
2 A. Carpentier, El recurso del método, La Habana, Arte y Literatura, 1974, p. 172.
a La dictadura del general Alfredo Stroessner en Paraguay se prolongó de 1954 a 1989. Ins-
tauró un régimen de terror con apoyo explícito del gobierno estadunidense. Véanse Comisión de
Verdad y Justicia, Informe  nal. Síntesis y caracterización del Régimen, t. I, Asunción, CVJ, 2008, y
B. Arditi, Adiós a Stroessner. La reconstrucción de la política en el Paraguay, Asunción, Centro de
Documentación y Estudios, 1992.
b Las tropas estadunidenses se retiraron de Vietnam, luego de la  rma en París de un alto al
fuego, el 27 de enero de 1973. En el mismo mes se desató el affaire sobre las intervenciones ile-
gales de teléfonos y las medidas adoptadas contra el Partido Demócrata por el presidente Ri-
chard Nixon. El escándalo desembocó en una fuerte crisis política que llevó a Nixon a dimitir el
9 de agosto de 1974.
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de las minorías étnicas en Estados Unidos, en defensa de las mayorías
raciales en África austral y de las mayorías políticas en América del Sur.
Los derechos humanos de enden el “derecho a la vida” en sus múltiples
formas políticas, sociales y económicas. Resumen la tradición moderna de
la lucha por la libertad: libertad de todo tipo de opresión/libertad para cons-
truir un orden de igualdad y fraternidad.a Después de 200 años de domi-
nación burguesa, ¿por qué renovar aquel ideario humanista? ¿Qué motiva
a los países capitalistas desarrollados a enarbolar la bandera de los dere-
chos humanos? Distinguiremos dos aspectos. Investigaremos primero las
causas por las que los países capitalistas desarrollados recurren a los de-
rechos humanos; ¿a qué situación responde esta ofensiva ideológica? (I).
Analizaremos después las razones que posibilitan a los países capitalistas des-
arrollados recurrir a los derechos humanos; ¿por qué pueden invocar los de-
rechos humanos? (II). Finalmente debemos interrogarnos, aunque sea muy
brevemente, acerca del signi cado de tal invocación por parte de los países
capitalistas desarrollados; ¿qué consecuencias prácticas tiene recurrir a los
derechos humanos? (III).
Las siguientes páginas re ejan el carácter provisorio de la re exión. No
quieren ser más que una provocación a la discusión. Las a rmaciones son
de la responsabilidad exclusiva del autor y no comprometen a ninguna ins-
titución.
I
La actual situación de los países capitalistas desarrollados es de nida por
Habermas3 como una crisis de legitimación. Tal crisis sería el resultado de
una mutación del Estado y de la sociedad civil en el capitalismo tardío y,
por ende, de la relación entre ambos. La relación (y recíproca determinación)
entre Estado y sociedad civil es compleja y hoy más que nunca problemáti-
ca. Sin embargo, existe cierto consenso en caracterizar la época moderna por
3 J. Habermas, Problemas de legitimación en el capitalismo tardío, Buenos Aires, Amorrortu,
1975, y Zur Rekonstruktion des Historischen Materialismus, cap. IV, Fráncfort, Suhrkamp, 1976.
a El discurso de los derechos humanos fue adoptado en la posguerra y tomó forma en la
Carta Internacional de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en 1948. Los derechos hu-
manos tienen una pretensión de universalidad en tanto se proponen como principios morales
de lo humano, que buscan constreñir al poder que ponga en riesgo dicha condición. Fue en
los años setenta cuando el discurso de los derechos humanos empezó a estar en el centro de
la política internacional; resalta el Premio Nobel de la Paz que obtuvo Amnistía Internacional
en 1977 en su lucha contra todo tipo de tortura. Véase B. Turner, Vulnerability and Human
Rights, Pensilvania, Pennsylvania State University, 2006. En torno al tema de la centralidad
que desde los años setenta adoptaron los derechos humanos en la internacionalización de la
política, véase Y. Dezalay y B. Garth, “From the Cold War to Kosovo: The Rise and Renewal of
the Field of International Human Rights”, Annual Review of Law and Social Science 2, 2006,
pp. 231-255.

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