Por siempre piano man

AutorHugo Lazcano

Un clásico es un clásico. Y eso no lo cambia ni la era del reguetón.

Anoche, Billy Joel desafió la mala calidad del aire del oriente de la Ciudad y los 12 grados que helaron manos y caras de casi 55 mil asistentes al Foro Sol con un recital memorable.

William Martin Joel (nombre real del cantautor neoyorquino) echó mano de su aún potente voz, de una solvente banda de ejecutantes y un repertorio exitoso y premiado para calentar los ánimos de todo tipo de público.

"Big Shot", "Pressure", "The Entertainer", "Honesty", "Don't Ask Me Why" y "The Stranger" se sucedieron, desde las 21:27 horas, como una ráfaga sonora de apertura a la puerta de la melancolía.

Abuelos con nietos, ex esposos con hijos mayores cantan emocionados y graban con sus celulares con café, cerveza o whisky en las otras manos.

Billy le da duro a la tecla y brinda con café. Está forrado con gorra y bufanda. Desde el arranque del show confesó estar congelándose.

Las tablas están ahí. A sus 70 años saluda en español y relata que lo estudió por un par de años pero que nunca pudo hablarlo bien.

Su rechoncha figura no da pie a manos entumidas, toca, toca y toca... hasta con el trasero... como lo evidencia en "I Go to Extremes".

También hace bromas. Se pone un estetoscopio y le pregunta a la multitud que si está bien. Improvisa en el piano divertidas tonadas ("Tequila", "Y.M.C.A."). Y como los clásicos. Su prontuario tiene de todo, ritmo, cadencia y pausa, con hits como "Just...

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