Siempre te andas rifando el pellejo

Desde 1997, Los Tucanes de Tijuana interpretan el corrido "El Centenario" y es una de las cinco canciones más emblemáticas de esta agrupación, pero por varios años se desconocía a quién se refería la letra o de quién hablaba.

La canción describe a un capo que para dejar atrás su pasado de pobreza, se metió a la mafia y fue ascendiendo discretamente.

Si eres pobre te humilla la gente,

si eres rico te tratan muy bien.

Un amigo se metió a la mafia

porque pobre ya no quiso ser.

Y ahora tiene dinero de sobra,

por costales le pagan al mes.

Así comienza el corrido de "El Centenario"; el misterio se revelaría, años después, durante los juicios en Estados Unidos contra Joaquín "El Chapo" Guzmán y Genaro García Luna, ex Secretario de Seguridad de México.

En ambos juicios testificó el capo Tirso Martínez Sánchez, también apodado El Futbolista, El Doctor o El Mecánico.

Pero la misma DEA también lo apodaba como El Centenario y se cree que es el mismo del corrido.

Y es que hasta la misma letra del corrido describe parte de la vida de Tirso.

Lo persigue el gobierno gabacho,

pero él no deja de trabajar,

a Los Ángeles va a cada rato

y regresa con un dineral.

Tal cual dice una estrofa, ya que Tirso llevaba la droga a Los Ángeles.

Y al igual que el corrido que no lo identifica plenamente, así fue la carrera de Martínez Sánchez, quien operaba con un bajo perfil y sirvió a varios cárteles, en el trasiego de cocaína y en el lavado de dinero

De acuerdo con archivos periodísticos, Tirso era buscado por el Gobierno de EU, acusado de introducir 76 toneladas de droga, en tráileres y trenes, desde finales de los 90 y hasta el 2003.

Durante años llevó los cargamentos a Los Ángeles, Nueva York y Chicago, pero él vivía modestamente en la ciudad de León, Guanajuato.

DUEÑO DEL BALÓN

Con más de una década de operar, El Centenario fue compadre de El Señor de los Cielos, Amado Carrillo Fuentes. Trabajó para El Cártel de Juárez, Sinaloa, liderado por El Chapo, y Los Beltrán Leyva.

Su nombre y sus actividades ilícitas salieron a relucir en el 2006, luego de auditorías hechas por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) que detectaron que los clubes Querétaro, Irapuato y La Piedad habían sido adquiridos por el narcotraficante.

La FMF pagó 14 millones de dólares para comprarle a Tirso Martínez Sánchez las franquicias y sacarlo del negocio del futbol.

CAE POR SU CURP

En la letra del corrido se asegura que su apodo de El Centenario se debía por una moneda que siempre cargaba en su...

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