Siembre el mercado

AutorAdolfo Córdova

Ya es tiempo de meter las manos a la Tierra y sentir las raíces de los alimentos. Hierbas aromáticas, flores comestibles, lechugas, rábanos, cebollines, acelgas, pepinos, chiles, tomates y hasta fresas le darán variedad y salud a su paladar.

Cultivados en casa, los alimentos saben mejor y además de soberanía alimentaria, contribuyen al reverdecimiento de las ciudades, saneamiento del ambiente, disminución de la basura y preservación de la biodiversidad.

Una hortaliza casera también puede mejorar su estado de ánimo y su comprensión de los procesos vitales, enseñarlo a trabajar en equipo e incluso disminuir su gasto en alimentos.

Por eso, a nivel mundial y en México cada vez existen más organizaciones dedicadas a la difusión de diferentes técnicas para instalar hortalizas en espacios reducidos dentro de un departamento, en azoteas, balcones y muros, y en espacios más comunitarios como parques, escuelas, organizaciones y empresas.

Algunas de ellas como Sembradores Urbanos, Ciceana, Grupedsac, Progaia y Florecer, fomentan el reuso de materiales de desecho como cubetas, huacales, llantas y latas; y materia orgánica como hojarasca y...

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