Siembra y Cosecha / Qué mala leche
| Autor | Fernando Mayorga Castañeda |
Qué vergüenza que autoridades de Texas hayan tenido que darnos el pitazo de que estábamos importando leche contaminada y presumiblemente destinándola para el consumo humano.
¿Qué están haciendo nuestras autoridades?
¿Qué nos ganamos, quienes así lo consideramos, con un Presidente honesto, responsable y trabajador, si dentro de la estructura oficial quien debe cumplir con su función de aplicar las leyes, los reglamentos y las normas, no lo hace?
El 12 de marzo del 2004 entró en vigor la NOM-155-SCFI-2003, norma oficial que establece las denominaciones para leche, fórmula láctea y producto lácteo combinado, así como sus especificaciones fisicoquímicas, información comercial y métodos de prueba.
Se publicó en el Diario Oficial de la Federación desde septiembre del 2003, dando un plazo de 180 días para que las empresas hicieran los ajustes necesarios para cumplir con los requisitos establecidos en ella.
No obstante que han transcurrido ocho meses de su entrada en vigor, todavía no se dejan sentir los efectos esperados de-la NOM, particularmente en el ordenamiento del mercado de la leche y los productos análogos.
Otra vez una autoridad encargada de llevar a cabo la vigilancia no ha hecho su tarea, o cuando menos no existen evidencias de que la esté haciendo.
Pareciera que la Profeco ha-sido complaciente con la industria, pues aun cuando ha-solicitado a las empresas que remitan sus nuevas etiquetas para ser dictaminadas, así como inventarios de las viejas, se siguen presentando irregularidades que no satisfacen lo establecido en la NOM, ya sea en la etiqueta, en el envase o en el producto o en una combinación o en todos los casos.
Esta situación ha sido manifestada, de manera reiterada, por las organizaciones de productores de leche en distintos foros, incluida la Cámara de Diputados, solicitándose un apretón de la Profeco para meter en cintura a las empresas-que todavía, a estas fechas, comercializan productos ostentándolos como leche sin serlo.
Consideran los productores que se invirtieron más de dos años de arduo trabajo en el desarrollo de la NOM como para que esté de adorno.
Además de autoridades sin escrúpulos, hay que señalar que existen empresarios que propician estos atentados al consumidor, ya sea por sinvergüenzas o por no aplicar medidas estrictas de calidad a sus procesos.
La recomendación es fijarse bien en lo que toma y que además del prestigio de la marca busque productos con el sello de algún organismo certificador.
Azúcar contra...
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