David Shields / Petroquímica: ¿Fénix o gorrión?

AutorDavid Shields

En México, la inversión en petroquímica está totalmente abierta a la inversión privada. Sin embargo, nadie invierte. ¿Por qué sucede?

El nombre Proyecto Fénix entraña el sueño de una grandeza recuperable. México alcanzó esa grandeza hace más de dos décadas al construir La Cangrejera, el complejo petroquímico más grande de América Latina. Por desgracia, La Cangrejera, como los cangrejos, caminó hacia atrás y perdió su liderazgo. Lo mismo sucedió con otros complejos de PEMEX y con la industria química privada.

Hace 10 años, aunque otros países del subcontinente ya habían alcanzado o superado a PEMEX en petroquímica, la industria química aún representaba más del 5 por ciento del PIB de México. Hoy, esa industria aporta apenas 2 por ciento del PIB y aún no hay perspectivas de que renazca de sus cenizas.

¿Qué ha pasado? Ni el Gobierno ni el sector privado han invertido, a pesar de que no existe un impedimento jurídico para que los particulares lo hagan. Ha habido un obstáculo insuperable de otro tipo: ni los particulares ni PEMEX Petroquímica han tenido acceso a insumos, como las naftas y el etano, mediante contratos de suministro de largo plazo y a precios que les permitan competir exitosamente en esa industria intensamente globalizada. Así, la balanza comercial de la industria química nacional arrojó un déficit de 11 mil millones de dólares en el 2004.

La industria química considera que el Proyecto Fénix merece un precio preferencial "un descuento, calculado con base en una fórmula, frente a una referencia internacional", ya que compraría un volumen firme y elevado de naftas a un plazo de 20 años. Más aún, argumenta que debe existir una valorización diferente de los hidrocarburos, cuando son para transformación industrial y no para su uso como energéticos.

Sería válido este precio preferencial porque la petroquímica da valor agregado a los hidrocarburos al transformarlos en materias primas para 40 cadenas productivas que, a su vez, generan empleos, riqueza e impuestos. En cambio, si la petroquímica, pública o privada, no recibe ese precio preferencial, no puede competir y crecer en un mercado mundial, donde muchos países, como Ucrania, Arabia, Venezuela y Trinidad, ofrecen insumos petroquímicos con precios muy inferiores a los que rigen en México.

Durante ya 10 años, la Secretaría de Hacienda se ha negado a dar este tipo de precio preferencial. Plantea que tiene un costo para las finanzas públicas en el corto plazo vender los insumos...

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