Un servicio con estrellita

AutorAndrés Martínez

Ser un buen anfitrión es una habilidad que se puede desarrollar y perfeccionar en las aulas.

Bajo esta lógica opera en la Ciudad, desde hace más de tres meses, la Gran Escuela Mexicana de Hostelería.

Jannet Ochoa Armendáriz, socia y directora general de esta institución, dijo en entrevista con MURAL que una de sus metas es contribuir a reducir la rotación de personal que existe en negocios de hostelería, como restaurantes, a partir de una capacitación adecuada.

Esto se logra, aseguró, con una buena atención al cliente, y al final todo se ve reflejado en mayores ganancias para la empresa.

"Lo que queremos es ir logrando que el oficio se convierta en una profesión", comentó.

Agregó que los cursos no están dirigidos sólo a aquellas personas que ya trabajan en el ramo de la hostelería, también son para jóvenes recién egresados de la preparatoria y que buscan, por ejemplo, oportunidades como meseros en algún restaurante o bar.

Su oferta educativa también sirve para complementar la preparación de quienes recién egresaron de la licenciatura de gastronomía y están pensando en abrir un negocio de comida.

Y es que, según Ochoa Armendáriz, un excelente servicio es igual o más importante que contar con excelentes platillos.

"Hay restauranteros que le apuestan, por ejemplo, a tener un chef con estrellas Michelin y súper estudiado y experto, pero si el cliente no recibe un buen servicio y un buen trato, el cliente no regresa", expresó.

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