Al Servicio de Mis Hermanos/ Bienaventurados

AutorAdolfo Suárez Rivera

Cada día que vivimos es una nueva y valiosa oportunidad para encontrarnos con Dios; y de entre las múltiples formas de encuentro, sabemos que la mejor manera de descubrirlo es en el trato fraterno y cordial con nuestro prójimo.

Este domingo, la enseñanza del Evangelio nos lleva a reflexionar en el Sermón de la Montaña, en las Bienaventuranzas. Cuánta dicha encuentra el corazón del ser humano, cuando se dispone a hacer suyas estas normas de vida, dictadas por nuestro Señor a todo el pueblo, que con esperanza en una vida nueva y mejor le escuchaba y le seguía.

Este maravilloso mensaje que brota de los labios de nuestro Señor, nos lleva a ganar confianza, pero también nos estimula a cuestionarnos qué tanto estamos haciendo nuestro ese estilo de vida que proclama el Señor.

Primero, debemos buscar comprender muy bien este sermón. Es importante que nos ayudemos de lo que dice San Pablo en su carta a los Corintios: "Hermanos: consideren que entre ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la...

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