Sergio Sarmiento / Vino gravado

AutorSergio Sarmiento

"Tú has reservado el vino bueno hasta ahora".

Juan 2:10

Este domingo 21 de agosto, con la tradicional paellada, concluyeron las fiestas de la vendimia en el municipio de Ensenada. Muchos políticos estuvieron presentes en los festejos. A todos les gusta tomarse un buen vino y la foto en una de las fiestas populares más entrañables de nuestro País.

Cuando llega el momento de definir políticas públicas o cobrar impuestos, sin embargo, los mismos políticos tratan con saña a la vitivinicultura. Quizá los políticos deberían preocuparse menos por tomarse sus copitas de vino en las vendimias y concentrarse en eliminar los obstáculos que impiden un mayor desarrollo de esta actividad.

En otros países del mundo, particularmente los europeos, la industria vitivinícola recibe una amplia gama de subsidios y apoyos gubernamentales. Los vinos mexicanos han logrado sobrevivir e incluso prosperar ante esta competencia desleal gracias al desarrollo de una cultura de la calidad. Ésta ha permitido a los vinos mexicanos ganar medallas en concursos internacionales y adquirir un creciente renombre.

El esfuerzo de los vitivinicultores mexicanos, sin embargo, se estrella contra la insensibilidad de los políticos. No sólo no reciben los productores mexicanos los apoyos de sus competidores, sino que además sufren los efectos de una injusta política fiscal que parece empeñada en destruir al sector.

Si usted quiere tomar un buen vino mexicano a buen precio, le recomiendo hacerlo fuera de México. En la mayoría de los países los vinos son considerados un alimento y no pagan más gravamen que los que se aplican a otras bebidas. En la mayoría de los países de Europa el vino paga un impuesto al valor agregado igual al de otras bebidas, pero no se le aplican gravámenes adicionales.

En México, en cambio, se le cobra al vino un impuesto especial sobre productos y servicios (IEPS) de 25 por ciento y encima de éste se aplica un impuesto al valor agregado (IVA) de 16 por ciento (11 en la frontera). Una vez que se piramidan los dos, el resultado es una prohibitiva carga fiscal de 43 por ciento.

No debe sorprendernos que a los mexicanos el vino les parezca una bebida cara y que por ello mantengan consumos muy bajos. Según el Wine Institute de California, el...

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