Sergio Sarmiento / Salarios

AutorSergio Sarmiento

No pago buenos salarios porque tengo mucho dinero; tengo mucho dinero porque pago buenos salarios.

Robert Bosch

Como es su costumbre, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos dio a conocer en sábado el aumento para el 2011. Al parecer los integrantes de esa Comisión tienen tanta vergüenza de sus decisiones que prefieren revelarlas en fin de semana para no llamar la atención del público. El incremento en esta ocasión fue de 4.1 por ciento.

El salario mínimo de la zona A, que incluye las ciudades más caras del País, pasó de 57.46 a 59.82 pesos al día. Este aumento, de 2.36 pesos diarios, fue objeto de inmediatos cuestionamientos por políticos y líderes sindicales. Benito Mirón, secretario de trabajo del Gobierno del Distrito Federal, lo calificó de ridículo.

El nuevo salario mínimo equivale a mil 794.60 pesos al mes. Y, efectivamente, nadie puede ganarse la vida con un ingreso así. La gran pregunta es cuánta gente realmente lo recibe.

En los años 60 y 70 un porcentaje significativo de la fuerza trabajadora del País recibía el salario mínimo. Las trabajadoras domésticas y los peones de la construcción obtenían incluso montos inferiores. Hoy ni siquiera los oficios más humildes pagan el mínimo. Los únicos trabajadores que conozco que tienen formalmente un salario mínimo son meseros que reciben propinas por su trabajo, las cuales son, de hecho, la parte más importante de su remuneración.

El salario medio de cotización de los trabajadores afiliados al IMSS era, en octubre de este año, de 253.21 pesos al día -7 mil 596.30 pesos al mes-, cuatro veces más que el salario mínimo. De los afiliados al IMSS, los trabajadores del campo son los que obtienen un menor salario medio, pero aun ellos duplican el mínimo. Los trabajadores de la construcción casi lo triplican. Los mineros tienen ingresos de cinco veces el mínimo, mientras que los trabajadores de la industria eléctrica, que se benefician de tener empleo en un monopolio gubernamental, superan en nueve veces el mínimo.

La demanda de algunos políticos para aumentar de manera automática el salario mínimo revela o ignorancia económica o simple oportunismo político. La verdad es que la enorme mayoría de los trabajadores no se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR