Sergio Sarmiento / Pinos y avión

AutorSergio Sarmiento

"Eso es lo bueno de ser Presidente: puedo hacer lo que quiera".

Barack Obama

No es importante dónde viva el Presidente, tampoco qué avión usa, pero en política los temas de forma se hacen fondo.

Ayer el Presidente Enrique Peña Nieto se reunió con el ganador virtual de la elección, Andrés Manuel López Obrador, pero no en Los Pinos, donde tradicionalmente se han llevado a cabo estas reuniones, sino en Palacio Nacional.

La ubicación es producto de la insistencia de López Obrador en campaña de que él no vivirá ni despachará en Los Pinos, sino en Palacio Nacional.

La propuesta de mudar el lugar de trabajo del Presidente a Palacio Nacional es resultado de un esfuerzo de López Obrador de presentarse como un político cercano al pueblo.

Él ha presentado Los Pinos como un ejemplo del lujo y el dispendio de la clase política. El que la reunión de ayer se haya llevado a cabo en Palacio Nacional es indicativo del rechazo que ha mostrado a lo que considera los símbolos del poder.

Pero Los Pinos no son un ejemplo de abuso o dispendio. Lázaro Cárdenas escogió ese lugar debido a que no quería mantener la residencia presidencial en el Castillo de Chapultepec, que consideraba ostentoso.

Los Pinos no es un lugar particularmente lujoso. La parte dedicada a residencia es relativamente pequeña. El resto son oficinas con instalaciones de seguridad, comunicaciones y salas de reuniones adecuadas para el gobernante de un país.

Palacio Nacional no tiene estas instalaciones. Acondicionarlo para este propósito bien puede costar una gran cantidad de dinero y dañar un edificio que es patrimonio histórico y cultural de nuestro País.

Es el mismo caso del avión presidencial. A pesar de la retórica de campaña, el TP-01, un Boeing 787 Dreamliner, no es un avión que no tenga ni Obama. La Presidencia de Estados Unidos cuenta con dos Boeing 747, aviones jumbo de mayor tamaño y especialmente acondicionados con un costo total muy superior al avión presidencial mexicano.

El 787 es más moderno y tiene un menor consumo de combustible, pero el Gobierno de Estados Unidos prefiere los 747 por su mayor tamaño.

Un avión presidencial no tiene por qué ser un lujo. Es un instrumento de trabajo que permite a un...

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