Sergio Sarmiento/ Puesto de planta
| Autor | Sergio Sarmiento |
"¡Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho: si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender!"
Gabriela Mistral
La delegación Coyoacán en el Distrito Federal ha venido realizando en las últimas semanas unas obras importantes de drenaje. Cuenta, como todas las demás delegaciones capitalinas, con trabajadores de planta que podrían, teóricamente, realizar esa obra; de hecho, para eso están contratados. Pero la obra la están ejecutando contratistas externos con sus propios trabajadores.
Este hecho no es inusitado en la administración pública, no sólo en las delegaciones del Distrito Federal sino en todo el País. Si bien el costo de sueldos y salarios es el rubro más importante en el gasto público, y a pesar de que el Gobierno cuenta con un ejército de millones de personas para realizar distintos trabajos, incluso de construcción y mantenimiento, lo más común es que este tipo de actividades se contraten a empresas privadas externas.
¿Por qué ocurre esto? Una de las razones es que los trabajadores de planta en el Gobierno no están dispuestos a realizar trabajos de cierta dureza; muchos de ellos, de hecho, ni siquiera tienen edad para hacerlos. Debido a que un puesto de planta en una oficina gubernamental es una canonjía que dura toda la vida, el personal sindicalizado en el Gobierno ha venido envejeciendo gradualmente al grado de que hoy muchas veces no se le pueden encargar las tareas para las que han sido contratados.
El problema no existe únicamente en los trabajadores de mantenimiento o de construcción. Uno de los grandes problemas de la educación en México surge de la inflexibilidad que las reglas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación establecen para la contratación de maestros.
México es quizá el único país del mundo en que los egresados de la Escuela Nacional de Maestros tienen asegurado un puesto en el sistema educativo público, independientemente de su capacidad o de su desempeño profesional. Esta garantía se aplica de por vida, aun cuando el egresado se dedique a otra actividad.
Un maestro egresado de la Nacional que pide "licencia por artículo 43" puede exigir que se le reintegre su plaza en cualquier momento, sin importar que haya estado alejado de la actividad durante décadas. De hecho, puede recuperar su plaza faltando dos años para su retiro y entonces jubilarse con pensión completa.
Debido a que los puestos de planta en el Gobierno se mantienen de por vida, sin que sus ocupantes puedan...
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