Sergio Sarmiento/ Banamex e IPAB

AutorSergio Sarmiento

"El hombre contra el hombre: ¿alguien quiere apostar?".

Juan José Arreola

Banamex tiene en la panza unos 30 mil millones de pesos en un pagaré del IPAB (antes Fobaproa), un documento que, en última instancia, respaldan los contribuyentes. La pregunta es si, con un pagaré así en sus activos, resulta éticamente correcto que los accionistas vendan el banco.

Carlos Slim, presidente de Grupo Carso y de Teléfonos de México, cuestionó el año pasado la oferta de Banamex por Bancomer, ya que dijo que Banamex primero tenía que cubrir el pagaré de Fobaproa.

Hoy, cuando se ha anunciado la compra de Banamex por Citigroup, se ha renovado esta crítica. Otras voces se le han unido y han cuestionado la ética de la venta de Banamex, aun cuando la transacción fortalezca al sistema bancario nacional.

Las autoridades han dicho con frecuencia que el rescate bancario del sexenio anterior ayudó a los ahorradores y no a los banqueros. La afirmación es correcta en la mayoría de los casos: los accionistas de los bancos que quebraron perdieron toda su inversión, mientras que los ahorradores conservaron sus depósitos.

La situación, sin embargo, es distinta en el caso de los bancos que no quebraron, como Banamex, Bancomer y Banorte. Los pagarés de Fobaproa ayudaron a apuntalarlos y así protegieron la inversión de los accionistas. Si Banamex no hubiese recibido un pagaré de Fobaproa, posiblemente habría quebrado o su situación se habría deteriorado de tal manera que sus dueños no habrían podido venderlo.

El rescate de los bancos fue a mi juicio inevitable. El Fobaproa se hizo cargo de las instituciones quebradas porque de otra manera sus ahorradores habrían perdido sus depósitos. Esto habría provocado una corrida que podría haber destruido el sistema bancario nacional. Sin el apoyo del Fobaproa a los bancos que todavía sobrevivían, éstos habrían quebrado también y el costo final del rescate habría sido muy superior al actual.

El Fobaproa actuaba de conformidad con una legislación bancaria que garantizaba al 100 por ciento todos los depósitos en el sistema bancario nacional. Si el Fobaproa hubiese permitido la pérdida de los depósitos, habría violado la ley.

En el caso de los bancos que no estaban totalmente quebrados, las autoridades buscaron que los accionistas aportaran cuando menos una parte del dinero necesario para mantenerlos a flote. Si los banqueros no pudieron hacerlo, simplemente perdieron sus bancos, los cuales pasaron a manos del Fobaproa, que tuvo que...

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