Sergio Aguayo Quezada/ México-Estados Unidos: Mesura analítica

AutorSergio Aguayo Quezada

No comparto los pronósticos alarmistas. El momento es grave, pero también hay motivos para tener una visión más mesurada de las repercusiones negativas sobre México del atentado del 11 de septiembre.

El gobierno de George W. Bush ha contenido su furia y se ha movido con cautela y prudencia. Cuidado explicable porque, además de ignorarse el origen de los atentados, la economía no anda para sobresaltos. La respuesta oficial se ha concentrado en buscar sobrevivientes, evaluar los daños y tomar medidas preventivas que eviten daños mayores a la economía. Como parte del blindaje económico anunciaron una inversión gigantesca para reconstruir las partes devastadas de Manhattan y una baja en las tasas de interés.

El pánico económico parece estar controlado y hasta el momento de terminar esta columna los círculos financieros respiraban aliviados porque el daño sigue siendo manejable. Es entonces posible hacer un pronóstico inicial que prevalece en fuentes académicas y gubernamentales: el otoño e invierno serán difíciles para México, pero en la medida en la que salgan los recursos para la reconstrucción (y probablemente para financiar la cruzada contra el terrorismo) se reactivará la economía. Aunque sea desagradable recordarlo, los conflictos y las guerras pueden servir de motores para economías abolladas. Si por otro lado las represalias que tome Washington afectan los suministros de petróleo del Medio Oriente y Asia, ello podrá beneficiar a las finanzas gubernamentales mexicanas.

La anunciada "cruzada" contra el terrorismo está siendo precedida por la construcción de un impresionante consenso dentro y fuera de Estados Unidos. El Congreso de ese país ya entregó a su Presidente el bastón de mando para que utilice la fuerza contra países, instituciones o personas. Simultáneamente, por los discretos canales de la diplomacia han aplicado una fortísima presión sobre aliados, amigos y adversarios para que respalden las medidas que tomará Washington. Con unas cuantas excepciones (Irak y Afganistán), los gobiernos del mundo -y eso incluye al mexicano- no les regatearon el apoyo. En ese sentido, la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobaron resoluciones. Este miércoles 19 de septiembre se reunirán en Washington los ministros de Relaciones Exteriores del hemisferio para tomar una postura que tiene como marco el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).

¿Debe el gobierno de...

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