Sergio Aguayo Quezada / Cuauhtémoc

AutorSergio Aguayo Quezada

Cuauhtémoc Cárdenas condenó por escrito el "desastre", la "degradación", el "lodazal" en la elección de dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Es un texto notable porque revela las fortalezas y debilidades del autor y del partido.

En 1986 Cuauhtémoc se rebeló contra la forma como el PRI elegía al candidato a Presidente. En 1988 buscó la Presidencia y padeció un fraude monumental que Miguel de la Madrid justifica en sus memorias de la siguiente manera: Cárdenas representaba el pasado, "los cardenistas [mostraban] una tendencia creciente a la violencia" y al "rompimiento de la paz social" y "sólo el Partido Revolucionario Institucional [tenía] los cuadros necesarios para promover la renovación del país" (Cambio de Rumbo, Fondo de Cultura Económica, 2004). Ideas que bien podría firmar Vicente Fox.

A diferencia de José Vasconcelos, Juan Andreu Almazán y Miguel Henríquez Guzmán (los derrotados en las presidenciales de 1929, 1940 y 1952), Cárdenas perseveró después de la derrota y en el 2004 publicó un texto que sintetiza el aporte que hizo a una transición democrática pacífica. "Después de varios meses de protestas y fuertes movilizaciones por distintas regiones del país, habiendo echado mano de todos los recursos legales tratando de revertir el fraude, la salida que se encontró como más viable en el Frente Democrático Nacional fue la de llamar a formar una organización política que pudiera alcanzar la capacidad necesaria para llevar a cabo los cambios que el país estaba reclamando. De esa decisión nació, poco después, el Partido de la Revolución Democrática" (La Jornada, 2 de abril de 2004). Para derrotar al ogro burocrático la izquierda debía transformarse en institución.

Esos antecedentes permiten apreciar mejor el duro mensaje dirigido por Cárdenas a los miembros del PRD el pasado 21 de marzo. Comprensible su indignación por el "quebrantamiento sistemático de las normas estatutarias" y el "rompimiento absoluto de todo principio ético". Razonable la descalificación que hace de la "práctica cotidiana de los grupos e individuos con mayor peso relativo en la vida interna del partido". Lógico su llamado a la "anulación de elecciones" y a la "renovación", el "renacimiento" y la "regeneración".

Es una lástima que el texto tenga varios flancos débiles. El primero es la distancia que Cárdenas pone frente a los miembros del PRD. Desde el primer párrafo escribe en tercera persona del plural. Dice a los integrantes del PRD que si...

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