Sergio Aguayo / La derrota

AutorSergio Aguayo

Se veía venir. El día de anteayer fue la rendición formal. Militarizando la seguridad, la 4T regresa a los inicios de la nefasta guerra emprendida por Felipe Calderón.

Desde hace meses, el Estado ya se veía pasmado y desbordado por el crimen organizado. El gobierno federal fue transitando de la guerra de movimientos inicial (la ofensiva contra el "huachicol") a la de posiciones (el atrincheramiento y preservación de posiciones estratégicas).

La génesis de la derrota se observa en el reparto de despensas hecho por el crimen organizado. Antes era episódico y ocasional; con la emergencia sanitaria, se hizo habitual. En al menos nueve estados y a plena luz del día, distintas bandas han entregado centenares de paquetes alimenticios. Durante el tiempo que llevan las mañaneras, nueve veces le han preguntado al Presidente sobre la entrega de despensas. En su respuesta se aprecia la fragilidad de la estrategia.

Primero minimiza la entrega de alimentos como fenómeno "muy aislado" para luego descalificarlo como "práctica muy lamentable" que combate de dos maneras: con exhortos moralizantes pidiendo a los criminales parar el reparto. "Dejen de hacerlo, tengan amor al prójimo, no le hagan daño a nadie, piensen en sus familias [y] en sus madres". "¡Ya bájenle!", gritó exasperado en algún momento. A la población le solicita que "no los protejan porque no es correcto, no es adecuado, no es legal, no es digno". Lo mejor, insiste machacón, "es la honestidad, la integridad, el dar buenos ejemplos".

Su varita mágica son los programas sociales. "Si se requiere el apoyo -instruye a la ciudadanía- acudan a nuestro gobierno [que les dará] trabajo, empleo, apoyos para el bienestar, cuenten con nosotros". Pide "a la gente" tener confianza, porque la 4T está "garantizando la protección de los ciudadanos". Esta sería, explica, "nuestra estrategia básica, fundamental".

Apabulla la pobreza intelectual y la escasez de resultados. Los sermones y las becas no han achicado las bandas o disminuido el número de ejecutados. El crimen organizado se pasea por donde quiere y aprovecha la emergencia sanitaria para promover su imagen y presumir su poderío bélico. Los recibe una población bien educada en la cultura del regalo, comúnmente utilizada por la mayor parte de los partidos políticos. Los silencios de Alfonso Durazo y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana han sido igualmente reveladores. Ningún comunicado oficial, ninguna...

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