Sergio Aguayo / El alcalde omiso

AutorSergio Aguayo

La impunidad echa raíces si el Estado y la sociedad normalizan y niegan las atrocidades. Cuando se les reconoce afloran la verdad y la justicia. Como en Coahuila.

En el 2009 los Zetas ya controlaban el norte de Coahuila. Despóticos, castigaron una traición con la barbarie. Ocuparon Allende -ciudad de 22 mil habitantes- y en un fin de semana de marzo de 2011 desaparecieron al menos a 26 personas y destruyeron 32 casas y dos ranchos. Pocos lo denunciaron. La conspiración de silencio era tan densa que la Procuraduría estatal aceptó una declaración poco creíble del presidente municipal de Allende. En julio de 2012 el entonces panista, y ahora priista, Sergio Lozano admitió que sí estuvo ese fin de semana y se evadió diciendo que "no fui testigo presencial de los hechos" ... "me enteré por comentarios aislados de personas que tampoco habían presenciado los acontecimientos" y "nunca recibí notificación alguna, queja o denuncia de personas o víctimas de los hechos violentos".

La Procuraduría se conformó porque, salvo unos cuantos, gobierno y sociedad habían normalizado, racionalizado o negado los hechos. Es un comportamiento bien estudiado. Hannah Arendt señaló el papel de los "observadores" (bystanders, en inglés) que, con sus silencios y omisiones, facilitaron las monstruosidades ocurridas en Alemania. Pasa lo mismo en Argentina y México, entre otros países.

La Procuraduría estatal detuvo hace días al exalcalde Lozano acusándolo de ser "cómplice por omisión". Para que procedieran contra él fue determinante que Allende pasara del anonimato al protagonismo. Los familiares de las víctimas alzaron la voz y encontraron respaldo en unos cuantos organismos civiles; luego tomaron el caso algunos medios de comunicación, así como académicos mexicanos y extranjeros. La sociedad rasgó los sudarios de silencio pero encontró disposición en el gobierno estatal y algunas instituciones federales.

Me detengo en las reacciones posteriores a la detención. Voces calificadas han salido a contextualizar el comportamiento del exalcalde. Jesús Ramírez Rangel, exdiputado federal panista, escribió en Vanguardia que Sergio Lozano hizo lo que hicieron "todos los alcaldes de Coahuila: NADA". El obispo de Piedras Negras, monseñor Alonso Gerardo Garza Treviño, añadió que "nadie se podía oponer a los deseos de los jefes del crimen en esta región, no había fuerza alguna que los frenara". Varios vecinos de Allende han puesto su testimonio en Facebook: uno de...

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