Sergio Sarmiento/ Aeroméxico

AutorSergio Sarmiento

"Y la lucha cesó por falta de combatientes."

Corneille

A final de cuentas la huelga de Aeroméxico se resolvió en 41 horas. El sindicato obtuvo un aumento de sueldo del 9.5 por ciento, lejos del 30 por ciento que había pretendido originalmente, pero la empresa no pudo mantener el aumento de sus costos laborales en el 6.5 por ciento de inflación prevista para este año.

Este aumento significa que los demás sindicatos de la aviación, como el de pilotos y el de personal de tierra, considerarán el 9.5 por ciento como el mínimo aceptable en sus negociaciones. Para Cintra, que también es dueña de Mexicana de Aviación, esto significa que sus costos se elevarán por encima de la inflación en un momento muy complicado para la industria.

La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), que encabeza la Diputada perredista Alejandra Barrales, demostró una vez más ser uno de los sindicatos más combativos de México. Esta es la tercera huelga que decreta sobre Aeroméxico. Ninguno de los otros sindicatos de la empresa ha declarado una huelga desde la privatización de la empresa.

El Gobierno tomó un medida muy importante en esta ocasión: no aplicar la requisa que habría permitido que los aviones de Aeroméxico continuaran volando durante la huelga. Esta decisión es correcta desde cuando menos un punto de vista: la requisa puede considerarse como una violación de la autoridad al derecho de huelga garantizado por la Constitución.

Pero esa misma decisión de no requisar implicaba otra menos evidente: si el Gobierno permite que se paralice un servicio público como el que ofrece la principal empresa de aviación de nuestro país, también podrá permitir su quiebra.

Y dado que Aeroméxico ha venido registrando pérdidas como consecuencia de la desaceleración económica nacional e internacional, la posibilidad de dejarla quebrar antes de venderla (para rescatarla así del control del sindicato de Barrales) era una opción lógica para el IPAB, una institución pública que, a final de cuentas, es el accionista mayoritario de Cintra, la dueña de Aeroméxico.

Para Aeroméxico,el aumento de salario del 9.5 por ciento es peligroso porque se registra en un momento en que todas las aerolíneas del mundo están teniendo pérdidas importantes. La estrategia que están asumiendo las aerolíneas para enfrentar esta situación es reducir sus costos.

Dada la fortaleza del peso y el monto del incremento salarial, sin embargo, los costos laborales de la aerolínea han aumentado en casi 20 por...

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