Selene Martínez Guajardo / Nuevo León y el viejo fantasma

AutorSelene Martínez Guajardo

Cuenta la leyenda que en Nuevo León existe un fantasma cuyo objetivo es alertar durante periodos de alta contaminación del aire para: a) proteger a la población y b) indicar las acciones que cada fuente emisora debe implementar para disminuir la generación de contaminantes atmosféricos que dañan nuestra salud y, con ello, evitar que estos periodos empeoren y/o se prolonguen. Este viejo fantasma proclama hoy más que nunca renacer en otro cuerpo donde sea escuchado y cumpla su función, la cual recae completamente en manos del Estado: proteger la salud de más de 5.3 millones de habitantes ingresando entre 9 mil y 13 mil litros de aire diariamente a sus pulmones, los órganos más expuestos a la contaminación del aire. ¿Qué necesita este Programa para ser efectivo? Entre lo más importante, comunicarse anticipada y masivamente un día antes del episodio, utilizando pronósticos de calidad del aire para disminuir la exposición de las personas, no importando dónde estén, cuántos años tengan, a qué se dediquen o de qué sabor les guste su nieve. Su actualización es urgente para integrar en él la evidencia en salud más reciente y, con ello, establecer criterios de decreto preventivos y oportunos. Hoy en día ya contamos con nuevos límites saludables para cada contaminante establecidos por la Organización Mundial de la Salud en 2021, también por la normativa mexicana de salud ambiental en 2023, y hasta tendremos un nuevo Índice de Aire y Salud en vigor a mediados de este año 2024. A pesar de todos estos avances nacionales y globales, actualmente los valores para decretar una alerta o contingencia en el área metropolitana de Monterrey son (por no decir sinsentido) muy elevados, elaborados de forma compleja a partir de normas antiguas (2014) y metas de la edad del dinosaurio, a pesar de haberse hecho en 2020. Eso quiere decir que somos seres vulnerados ante un fantasma que en lugar de protegernos nos enferma y nos cuesta, restándonos años de vida y calidad de vida mientras el circo sigue. Otro de los aspectos que el Programa debe contemplar es la acción obligatoria de cada sector para reducir sus emisiones al aire. Es decir, no sólo se trata de cómo cuidarse, sino también de cómo cuidar a los demás. Tareas tan evidentes...

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