Un sedán con alma deportiva

AutorAlberto Bortoni

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PORTUGAL.- Hace más de 40 años, cuando nació la primera generación del Serie 5 de BMW, la marca lo promovió como un auto que coqueteaba en el límite de los vehículos de competencia y los sedanes de lujo.

La frase es tan válida hoy, en su séptima generación, como lo fue entonces, pues el Serie 5 es un buen punto intermedio entre el desempeño de un vehículo deportivo, pero con el alto lujo de un sedán de tamaño completo.

En términos de mercado, el modelo ha sido un éxito para la marca. Desde su introducción se han vendido casi 8 millones, 2.2 millones con la sexta generación entre el 2010 y 2016.

La versión 2017 tiene un diseño completamente renovado en el chasis, carrocería y mecánica, aunque se basa en motorizaciones ya conocidas y presentes en otros modelos de la marca.

Nosotros probamos la versión 540i que, bajo el cofre de aluminio, integra un muy potente V6 de 3 litros turbocargado. La potencia es suficiente para hacer sufrir a verdaderos deportivos; según BMW acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en sólo 4.8 segundos. También habrá una versión más potente, el 550, con motor V8, capaz de llegar a los 100...

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