Secretos de Alemania / Obsesión por las medallas

AutorGuadalupe Loaeza

Mientras que en México nos preocupamos porque nuestros atletas regresen por lo menos con una medalla, en otros países existe una verdadera obsesión por acumularlas.

Años atrás, se denunció que el gobierno de China hace todo lo posible con tal de acumular medallas. Aunque se dice que lo principal de las Olimpiadas es competir por el gusto del deporte, nos enteramos que hay países que dan a sus atletas un reconocimiento por sus logros. Por ejemplo, el gobierno de Singapur dio al nadador Joseph Schooling nada menos que 753 mil dólares por su medalla. En el diario El Colombiano, se asegura que México paga 160 mil dólares por medalla... aunque hasta ahora no hemos conseguido ninguna. Curiosamente, nuestro país paga más que España, Argentina, Francia o Rusia, el otro país que siempre está ávido de medallas. En el caso del estadounidense Michael Phelps, su país le dará 25 mil dólares por cada una de las medallas. Finalmente, Alemania paga menos que México, pues da por cada una 20 mil dólares.

Lo que no me imaginaba era que muchos países libran verdaderas guerras por conseguir medallas. Por ejemplo, en tiempos del Muro, Estados Unidos y Rusia competían para tener a los mejores atletas. Lo mismo puede decirse de Alemania cuando estaba dividida en dos: Alemania Federal peleaba contra Alemania del Este por lograr todas las preseas posibles. Era tanta la codicia por lograr los primeros lugares, que se decía que la Alemania socialista era una verdadera máquina de fabricar atletas. La otra Alemania también se dedicó a dar drogas a sus atletas para que tuvieran mejores resultados. Ambos países crearon toda una red de dopaje para crear "supera-tletas". Alemania Federal destinó mucho dinero a experimentar con drogas entre sus atletas más exitosos. Según una investigación del periódico Süddeutsche Zeitung, hubo empleo masivo de esteroides anabólicos, testosterona, estrógenos, transfusiones sanguíneas, empleo de Epo y todo tipo de variantes del dopaje (Perarnau Magazine, 3/8/2013).

No nada más importaba que los atletas rindieran más, igualmente fundamental era burlar los controles del Comité Olímpico Internacional. A pesar de que ambos países compitieron conjuntamente entre 1956 y 1964, en un Equipo Alemán Unificado, eso no les importaba a los gobiernos. De lo que se trataba era de conseguir medallas y demostrar su superioridad. Sobre todo en Múnich 1972, ambas Alemanias querían demostrar cuál era superior. Naturalmente, se trataba de un mensaje político...

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