Sangre nueva

AutorLuis Méndez

MADRID.- La Monarquía española vive nuevos tiempos.

La llegada de Felipe VI al trono ha servido para renovar, en parte, la imagen de la Casa Real que en los últimos años sufrió una severa pérdida de popularidad, debido sobre todo a la imputación de la Infanta Cristina y de su marido, Iñaki Urdangarin, por presuntos delitos fiscales.

Los excesos de su padre, Juan Carlos, quien participó en una cacería de lujo en 2012 mientras España sufría su peor crisis económica, contribuyeron también al descrédito de la Monarquía a la que Felipe VI intenta devolver el prestigio perdido, al cuidar su labor como Jefe de Estado hasta sus últimos detalles.

Así lo han percibido los españoles que valoran más positivamente el reinado de Felipe VI, quien cuenta con la invaluable ayuda de la Reina Letizia para modernizar la institución monárquica.

Sin embargo, la Casa Real aún reprueba en las encuestas como consecuencia de los escándalos de la última etapa.

El 57.4 por ciento de los españoles valora positivamente la forma en que realiza su trabajo Felipe VI, frente al 17.8 por ciento que califican su gestión de negativa, según el último sondeo llevado a cabo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el pasado mes de mayo.

En general, como institución, la Monarquía reprueba con una nota promedio de 4.3 sobre 10, aunque es la quinta institución mejor valorada en España tras la Guardia Civil, la Policía, las Fuerzas Armadas y los medios de comunicación.

El pasado mes de mayo, a punto de cumplir un año de mandato, Felipe VI logró subir seis décimas la calificación monárquica, ya que Juan Carlos I obtuvo una puntuación de 3.7 al final de su reinado, en el que se multiplicaron los problemas.

RENUEVA EL PALACIO

La lenta recuperación de la Corona Española tiene lugar tras una serie de medidas impulsadas por Felipe VI, orientadas a sintonizar con los tiempos de austeridad, modernizar la institución y dotarla de mayor transparencia para acercarla a la calle.

Entre la veintena de iniciativas adoptadas, destaca la apuesta por una mayor transparencia de la Casa Real, aunque los expertos consideran que la monarquía española es todavía una de las más opacas de Europa.

Aun así, desde enero de 2015, las cuentas de la Casa del Rey están sometidas a controles internos y a una auditoría externa que realiza la Intervención General del Estado.

Las cuentas se publican anualmente acompañadas del informe de la auditoría externa y de una memoria de actividades.

En el capítulo de...

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