Sanamente

"No hay certezas"

Deseamos tener el control de lo que sucederá y nos preocupamos de más; aprende a no angustiarte con la incertidumbreVíctor Jiménez*

EL GRÁFICOTodos queremos tener la seguridad de que vamos a tener trabajo, nuestras relaciones van a marchar de la forma en que hemos imaginado, permaneceremos sanos y no tendremos que enfrentar problemas económicos.

Los seres humanos tenemos una gran necesidad de certezas. Queremos saber con anticipación lo que viene, deseamos tener el control. Quizás por eso algunos recurren a las artes adivinatorias, como la lectura de cartas para saber qué les depara el futuro. Anhelamos tener la certeza de que nuestros planes se van a desarrollar como los hemos pensado.

Tener certezas se siente bien. La certidumbre nos hace sentir en control de nosotros mismos y de nuestra vida. ¿Quién no disfruta de la tranquilidad y seguridad cuando todo ocurre de acuerdo con lo planeado?

La cruda realidad: no hay certezas. Por desgracia, la certidumbre no es lo más común. Más bien nos enfrentamos con bastante frecuencia a la incertidumbre, a lo desconocido, a cambios repentinos. Y como es tan común, más vale conocerla, familiarizarnos con ella, para poder manejarla mejor cuando se presenta.

Algunos toleran mejor la incertidumbre que otros. A quienes más les cuesta lidiar con la falta de certeza se adelantan al futuro y se preocupan por lo que podría suceder, a pesar de que no es seguro que ocurra. Y entonces, surgen la preocupación, el estrés y la ansiedad.

Preocupación y rumiación mental. La preocupación es un intento (fallido) de reducir la incertidumbre. Nos hacemos esta ilusión: "mientras más piense, repase y me preocupe por lo que podría suceder, hay mayor probabilidad de que no suceda". Por supuesto, la rumiación mental (repaso incesante de lo que podría ocurrir) no evita los eventos no deseados. Anticipar mentalmente y pensar sin parar en ello sólo alimenta el estrés y la ansiedad, y hace que terminemos preocupándonos aún más.

Reconocer y aceptar. Algunas de nuestras ansiedades se derivan de la incertidumbre que vivimos hoy en día con el tema de la pandemia. Es normal sentirse ansioso, se entiende que sea así. Es importante aceptar que no podemos tener toda la certeza que desearíamos tener. Aceptar esto...

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