Sanamente

Enfócate en la solución

Si tienes un problema, debes centrarte en resolver y utilizar así el tiempo y la energía de manera valiosaVíctor Jiménez*

EL GRÁFICO¿Alguna vez has sentido la frustración de no saber qué hacer, de no tener una solución a lo que estás viviendo? Si es así, no eres el único. Muchos experimentamos esto y sentimos que no hay salida. Nos encontramos en una fosa de la que pensamos no podemos salir: una cuestión económica, una mala relación de pareja o un problema relacionado con el trabajo.

Estancados en el problema. Usualmente nos enfocamos en el problema, rumiamos mentalmente, nos quejamos. Pero esto no soluciona nada. Generalmente tenemos claro cuál es el problema. No necesitamos recordar una y mil veces lo que hay que resolver. Enojarnos tampoco ayuda, más bien nos cansa y debilita. Concentrarnos obsesivamente en el conflicto sólo nos lleva a más problemas y a cuestiones negativas: como el temor, preocupación, angustia, incluso depresión.

Enfocarnos en el problema es como si estando en esa fosa, decidimos simplemente sentarnos a esperar que alguien nos rescate o peor aún, que decidamos hacer más de lo mismo: excavar asumiendo que así podremos salir, pero haciendo un hoyo todavía más grande. Centrarnos en el problema nos lleva al pasado, a lo que sucedió. Enfocarnos en el problema es como si la escalera eléctrica en la que estamos subiendo, de repente se detuviera, y permaneciendo en el escalón en que estamos situados, lo reportamos mediante una llamada para que reactiven la escalera y podamos continuar. Hay soluciones que en realidad no son soluciones.

Abrirnos a las opciones y soluciones. Por otra parte, al centrarnos en una solución efectiva, utilizamos el tiempo y la energía de manera valiosa y útil. Si nos encontramos en una fosa, podríamos crear huecos en la pared para usarlos para escalar. En el caso de la escalera eléctrica, bien podríamos continuar subiendo un escalón a la vez, en lugar de paralizarnos. Necesitamos mover la atención del problema a la solución. Repasar el problema una y otra vez nos deja poca oportunidad para que surjan ideas nuevas. Terminamos percibiendo el problema como más grande de lo que en realidad es. Así, muchas veces terminamos sintiéndonos víctimas. Enfocarnos en la solución nos devuelve el control sobre la situación. Nos sitúa en el presente, con miras al futuro y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR