De cómo San Francisco Sanó a un Leproso de Cuerpo y Alma

AutorAnónimo
Páginas225-227
DE CÓMO SAN FRANCISCO SANÓ A
UN LEPROSO DE CUERPO Y ALMA
l verdadero discípulo de Cristo, San Francisco de Asís, vi-
viendo en esta miserable vida, ingeniábase con todas su
fuerzas en seguir a Cristo, perfecto maestro; de aquí sucedía
frecuentes veces, que a quien él sanaba el cuerpo, Dios sanába-
le el alma. Y por eso, no solamente servía con gusto a los lepro-
sos, sino que, además, había ordenado que los hermanos de su
Orden, en sus andanzas y descanso por el mundo, sirvieron a
los leprosos por amor de Cristo.
En un convento, cerca de donde vivía entonces San Francisco,
los hermanos servían en un hospital a los leprosos y enfermos.
Y había un leproso tan impaciente y tan insoportable, que todos
creían que estaba poseído del demonio, porque maltrataba de
palabra y golpeaba brutalmente a quien le servía; y —lo que era
peor—, blasfemaba en modo tal, que no se encontraba quien lo
quisiera o pudiese servir.
Y sucedía que las injurias o villanías propias, intentaban
los hermanos llevarlas pacientemente para acrecer el mérito de
E
DE C ÓMO SAN FRA NCI SCO SAN Ó A UN LEP ROS O
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