San Cadilla / Misterio a la orden

La salida de Leopoldo Silva de la presidencia de los Pumas tomó a todo el mundo por sorpresa, al menos a los que se encontraban ayer por la mañana en Cantera; todo fue rápido y de inmediato corrieron los rumores por todos los pasillos.

Como suele suceder, siempre que hay cambios de este tamaño, varios se preguntaron si también habrá una sacudida radical a nivel administrativo o el nuevo encargado del equipo, Luis Raúl González, se ira enterando poco a poco, para armar su equipo de trabajo con calma.

De la gente que arropó Silva, como Miguel Mejía Barón, a quien nombró vicepresidente deportivo del conjunto, no se sabe si renunciara a su cargo o esperara a que termine la campaña para seguirle los pasos o si buscará permanecer con el nuevo presidente.

En el área femenil auriazul hicieron como que vieron, pero no escucharon. Hasta el técnico del primer equipo varonil, Antonio Mohamed, se quedó con cara de ¿qué pasó aquí? al enterarse de que se va el directivo que lo llevó al banquillo universitario.

Desde hace varias semanas hubo algunas ausencias inexplicables del ahora ex presidente, quien básicamente fungía de manera casi simbólica, pues dicen que las decisiones fuertes las tomaban otros.

El hecho es que la llegada del nuevo presidente también les sonó a algunos a madruguete para que al nuevo rector de la UNAM no le quede de otra que darle continuidad a González, quien para el año entrante, cuando se llame a la Asamblea de Socios, tenga un panorama más claro de lo que encontró en el club y de las crisis que habrá que resolver si la sequía de títulos que suma ya 12 años se alarga.

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