San Cadilla / La Dominguera

"La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve"

Martin Luther King

La pasión desbordada y la afición radical por un equipo de futbol es una mezcla poco sana para asistir a los estadios.

Hoy se jugará en Madrid, España la Final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, partido que debió jugarse el sábado 24 de noviembre, pero que debido al salvajismo de unos aficionados de los Millonarios, quienes atacaron el camión de Boca, tuvo que cambiarse de fecha y sede.

El partido se pospuso, una hora y luego otra y hasta para el día siguiente con tal de que se jugase.

Muchos pensarán que Conmebol fue el villano de la película por querer que se disputara el partido y tendrán razón, pero un suceso similar sucedió hace 33 años en una Final de la llamada entonces Copa de Europa.

La tragedia de Heysel quedó marcada como una de las peores catástrofes en la historia del futbol. El desastre empezó a escribirse una hora antes del inicio del partido y aún así, la UEFA ordenó que se jugara.

El 29 de mayo de 1985 se jugó el partido entre Liverpool y Juventus en el Estadio de Heysel, en Bruselas, Bélgica.

El enfrentamiento entre este par de equipos auguraba un partido que sería épico por su buen juego, pues la "Juve" arrasó en su camino hacia la Final liderado por Michel Platini y los ingleses llegaron como el vigente campeón de Europa.

"Recuerdo que era un día hermoso, el sol se reflejaba sobre el gramado del estadio. En Bruselas se respiraba un ambiente de fiesta", dijo a la BBC, Simone Stenti, aficionado de la Juventus que asistió a ese partido.

El Estadio de Heysel tenía capacidad para 60 mil espectadores y estuvo lleno a reventar. Los hooligans ingleses comenzaron las hostilidades desde antes del partido y estando dentro del estadio continuaron amedrentando la tribuna continua a ellos donde se ubicaron aficionados italianos y belgas.

"Apenas me senté en la cancha, me di cuenta de lo extraño de aquella situación porque en la línea para entrar al estadio había muchos hinchas ingleses. Era muy extraño que algunos belgas y familias italianas estuviéramos tan cerca de los ingleses. Literalmente, al lado de nosotros", relató Stenti.

"Lo único que nos separaba era una pequeña valla metálica, de esas que utilizan en las granjas para mantener a raya a las gallinas".

Sumado a la débil separación, los policías fueron rebasados por la horda enardecida de los hooligans.

Los radicales ingleses invadieron aquella tribuna lo que provocó que...

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