San Cadilla / La Dominguera

Luchador incansable

De niño, en la escuela le hicieron creer que los negros eran esclavos y que los blancos eran héroes. Con ese concepto creció, pero un día se dio cuenta de que no era cierto. Ahí comenzó su lucha.

El futbol fue un instrumento que lo ayudó a transmitir el mensaje: igualdad.

Otra de sus pasiones era participar en proyectos a favor de los derechos humanos. Incluso quiso ser sacerdote.

Ruddy Lilian Thuram-Ulian (Pointe-a-Pitre, Guadalupe, 1 de enero de 1972) pasó de ser un ciudadano de colonia a entonar, bajo la mirada de millones de franceses, La Marsellesa.

"La primera noción que se tiene de los negros en el colegio es la esclavitud. Yo me sentía angustiado, marcado con un hierro a fuego lento. Nadie me dijo que también había filósofos negros, científicos, pintores, poetas o un soberano", comentó Thuram para el diario DxT.

En 1991 debutó con el Mónaco y ese año intensificó su lucha.

"El racismo se está instalando demasiado en el futbol y hay que combatirlo como sea", dijo Thuram, en una conferencia.

ADIÓS, GUADALUPE

A los 9 años, Thuram abandonó su natal Guadalupe. El futbol profesional muchas veces arranca a los talentos de sus hogares. Arsene Wenger fue uno de los técnicos que más lo ayudó en su crecimiento.

Francia lo recibió por su talento futbolístico, pero al mismo tiempo lo rechazó por su color de piel. Con el tiempo se impuso y logró que muchos que criticaban su tes lo elogiaran por ser el jugador con más partidos en la Selección Francesa y parte fundamental para el título mundial de 1998.

"El futbol no puede cambiar la sociedad. El futbol es la imagen de una sociedad. Y esta es una sociedad cada vez más dividida entre ricos y pobres", lamentó.

En la presentación de su libro "Mis Estrellas Negras" en castellano, en 2012, Thuram recordó una anécdota.

"Nací en Guadalupe y, cuando llegué a París, con 9 años, vi unos dibujos animados en los que aparecían dos vacas: una negra, muy estúpida, y una blanca, muy inteligente. Mis compañeros me llamaban 'Noiret'. Le pregunté a mi madre y me dije: 'Es así, son racistas'".

Muchos formadores creían que Thuram no iba a dar el salto; era muy fuerte, pero no técnico. De manera irónica, donde más sufrió el francés fue en la calle, donde hacía su vida cotidiana, porque como profesional jugó para el Mónaco, el Parma y la Juventus; terminó su carrera en el Barcelona.

CLAROSCUROS

Para muchos analistas, el africano es uno de los mejores laterales derechos de la historia. Como tal, se...

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