SAN CADILLA / LA DOMINGUERA
Morir un poco
No conozco un fanático del futbol que no sueñe con hacerse amigo de su futbolista favorito.
¿Quién no ha soñado con adentrarse en ese glamoroso mundo de los pateabalones? Vivir, aunque sea, un pedacito de su vida.
Comer con Rafa Márquez en Plaza Andares. Llamar por teléfono a "Chicharito" para felicitarlo por su gol con el Manchester United. Mensajear a Marco Fabián para señalarle la revista de espectáculos donde ha aparecido. Irse de borrachera con Cuauhtémoc Blanco por antros exclusivos del DF en los que no hay que pagar cuentas.
Enterarse de los últimos chismes del Tri en plática con Giovani dos Santos... o platicar de comerciales con Oribe Peralta.
Cada quien tendrá su anhelo, pero desde siempre los aficionados han tratado de compartir y vivir la vida de sus ídolos.
Siempre he creído que es por eso que en Twitter cada vez hay más tipos haciéndose pasar por futbolistas, tratando de robarse un poco de su fama.
Pues a todos ellos les digo una cosa: están totalmente equivocados.
La están regando, no traten de hacerse amigos de los futbolistas, mejor traten de hacer amistad con un ex futbolista.
Los jugadores creen que el mundo gira en torno a ellos, los ex jugadores saben que eso es pasajero.
Las luminarias actuales apenas van, los ex ya fueron, vinieron y tienen perspectiva.
Los actuales se quejan de la fama y de no tener vida privada... Los ex gozan cada vez que alguien se acuerda de ellos y les pide un autógrafo.
Los futbolistas cuidan lo que dicen y creen vivir en una eterna entrevista... Los ex aman que les pregunten de sus momentos de gloria y de otras situaciones menos gloriosas.
Los jugadores parecen crearse personajes... Los ex vuelven a ser quienes alguna vez fueron, pero con más experiencia.
Los pateabalones creen que esa vida glamorosa durará por siempre... Los ex saben que cada día que pase perderán presencia, pues alguien más ocupará su lugar.
Los futbolistas en activo quieren creer que esos cheques de seis dígitos cada mes durarán por siempre... Los ex saben que cada centavo se debe gastar inteligentemente, y eso si es que supieron invertir.
No quiero generalizar, pero son patrones de conducta muy claros que veo se repiten una y otra vez.
Claro que hay algunos que terminan amargados, muchas veces por la frustración de no haber logrado sus objetivos. Pero son la minoría.
La mayoría de los ex futbolistas poseen una especie de sabiduría que sólo da ver morir esa carrera que creyeron duraría toda la...
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