San Cadilla

¡HOLA, 2022!

Damas y caballeros: llegó el año mundialista.

Pero desde el 1 de enero ya es un año extraño porque, a diferencia de toda la vida, lo iniciamos sin siquiera saber si vamos a ir al Mundial.

La primera Copa del Mundo en Medio Oriente obligó a mover la justa que todos esperamos del verano al invierno y con eso le pusieron en la torre a todo nuestro orden mental futbolero de cada cuatro años (con un pequeño apoyo de la pandemia que aún vivimos). La eliminatoria no terminó en noviembre del año previo como tantas veces y se nos va a ir hasta finales de marzo y, por ende, el sorteo dejó de ser esa bonita tradición de inicios de diciembre que nos permitía dedicarle un ratín de la cena navideña a discutir con la banda cómo le iría al Tri en el Mundial para irse hasta abril.

A cambio de eso, ahora lo único que tenemos es incertidumbre, porque para colmo el señor Gerardo Martino se ha encargado de dejar todo en ascuas en el año que se nos fue... de clasificar caminando -como decía La Volpe-, vamos a sudar la gota gorda, con partidos a puertas cerradas por necios, en tercer lugar del octagonal y con una Selección cuyas estrellas andan apagadas y devaluadas...

De cualquier forma creo que ni los más pesimistas han de prever que el Tri no irá al Mundial... Esa tragedia no está en nuestras agendas, confiésenlo.

Lo que sí, segurito revolotea en nuestros estómagos, es ese intenso temor de que nuestros sueños de jugar Cuartos de Final en Qatar podrían ser intercambiados por la pena de no pasar siquiera de Fase de Grupos este año... El Tri que arrastró la cobija en Canadá no aspira a más... esperemos que los 11 meses que faltan para la hora de la verdad cambien...

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