San Cadilla
La Copa 'enemiga'
A pesar de que le convenía quedarse guardado en su casita por los escandalitos recientes en los que su nombre ha salido a relucir, como los minutitos de menores que le regalaron a Morelia, la investigación de Cofece y hasta el pasto híbrido del Estadio Azteca, a mi súper compadre Enrique Bonilla no le quedó más remedio que darse un rol a Pachuca la semana pasada y enfrentarse a los micrófonos.
El "preciso" de la Liga MX debió tragar saliva e ir a la Ceremonia de Investidura del Salón de la Fama con tal de toparse con el mandamás de la Conmebol, Alejandro Domínguez, quien anduvo en la Bella Airosa para el evento.
La cuestión era prioritaria para Bonilla, quien para su fortuna acordó una reunión con Domínguez para el próximo 3 de diciembre en Asunción, Paraguay, en la que él y su jefe Yon de Luisa irán a negociar el regreso de México a las competencias del organismo sudamericano.
Pero sacar la cita era lo de menos, pues una vez sentados en la mesa de negociaciones la cosa se va a poner de a peso, pues la Conmebol es un hueso duro de roer y no hay poder humano que la convenza de dar su brazo a torcer con la calendarización de la Copa Libertadores, que se juega entre enero y noviembre. Eso no es negociable.
Así que a los directivos del futbol mexicano no les quedará de otra que armar un rompecabezas, y de entrada ya tienen un negrito en el arroz: nada menos que la celebérrima Copa MuyX.
Si de por sí es un torneo que no le importa a casi nadie (con el perdón de Cruz Azul), imagínense si para el primer semestre de cada año no puedan jugarla los 2 campeones y los 2 subcampeones del ciclo futbolístico anterior, más los 2, 3 o 4 clubes mexicanos que vayan a la Libertadores.
De concretarse, apenas unos 10 u 11 clubes del Máximo Circuito disputarían la Copa MX en los torneos de Clausura y por obvias razones serían los mediocres, aquellos a los que no les alcanzó para pelear las Finales o bien para hacer muchos puntos y ganarse el pasaporte a la competencia de la Conmebol (si es que se mantienen los criterios de clasificación).
Si en una de esas se les van los cuadros más taquilleros, ya me imaginó el interés en un certamen que de por sí es bastante "molero".
Ojalá Andrés Fassi haya consentido como se debe a Alejandro Domínguez al llevárselo a comer cortes argentinos la noche del martes, a ver si al menos lo ablandó un poco para la visita de Yon de Luisa y compañía.
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