Salvan sus voces el canto divino
| Autor | Luis López |
Los coros de iglesia, acompañados de órgano, son para muchos un elemento del pasado, pues hoy han sido reemplazados por ensambles con guitarra, teclado y pandero que ofrecen música sacra con ritmos populares.
Tras el Concilio Vaticano II, al permitirse la celebración de misas en lengua vernácula, los cantos dejaron de hacerse en latín para incorporar géneros de música distintos y de ejecución más sencilla.
Sin embargo, en Monterrey y su área metropolitana aún existen agrupaciones que cantan en español música sacra al antiguo estilo clásico en géneros como el canto gregoriano y la polifonía, con énfasis en la formación vocal.
PARA ELEVAR EL FERVOR
Aunque tienen poco más de 10 años de cantar en la iglesia, los integrantes del Coro Santa Rosa, ahora tenores y barítonos, se conocen desde niños, cuando sus voces eran de soprano.
Los integrantes del ensamble vocal, quienes musicalizan la misa dominical de las 12:00 horas en la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio, en Mitras Centro, fueron miembros de distintas generaciones del Coro de Niños Cantores de Monterrey en los 50 y 60.
El repertorio vocal que domina el coro incluye piezas en latín, no sólo para ocasiones especiales, sino también para misas ordinarias, pues muchos de ellos se iniciaron en la música sacra antes del Concilio Vaticano II.
El coro, que desde hace 11 años acompaña las misas en la parroquia, interpreta piezas en español a dos o más voces para expresar la intención de cada canto, comparte Jesús Padilla, líder y representante del ensamble.
"Hay buenos cantantes, buenas voces, buenos registros, entonces la oración cantada es más penetrante y la gente se siente más impactada y con mayor fervor", explica. "La idea es elevar el espíritu con el canto".
Aunque al principio el grupo era sólo de ex miembros de Niños Cantores, ahora incluye tanto hombres como mujeres que no formaron parte de aquella agrupación coral fundada por Felipe Ledesma.
El ensamble ensaya una vez por semana, los viernes, para perfeccionar las armonías de sus arreglos corales, los cuales, aunque sencillos comparados con otras piezas vocales, requieren de cierto trabajo para su ejecución correcta.
Debido a que pocos templos invierten en un maestro encargado de la formación musical, la mayoría de la música interpretada en templos hoy en día es de baja calidad, dice Padilla.
Para mejorar el nivel del canto en las misas, opina, debe haber preparación, no sólo para los artistas que lo interpreten, sino también para...
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