Saludables y sin problemas

AutorRocío Fonseca

Es inevitable: por más que cuides a tu mascota habrá algún momento que la pierdas de vista y sufra una intoxicación que, sin los cuidados necesarios, puede llevarla a la muerte.

Si estás pensando: "No, a mí nunca me pasará", ¡cuidado!, porque hay múltiples productos y alimentos que provocan envenamiento en los animales: anticongelantes, chocolates, tabaco, alcohol o productos de limpieza.

Aunque parezca increíble, sucede, pero a veces los propietarios desconocen cuáles son las causas e incluso que el animal está intoxicado.

"Los signos más comunes de una intoxicación son una salivación excesiva, el perro va a a estar tirado en el piso con los ojos totalmente abiertos -vidriasis, se pueden ver rojos-; las mucosas (encías y ojos) van a estar totalmente rojas, cuando el animalito debe tenerlas de color rosa. Rara vez vuelven el estómago; pueden tener algún tipo de ataque, movimientos involuntarios o periodos de rigidez total, y sobre todo los maxilares, a veces es imposible abrir los maxilares", asegura la médico veterinaria zootecnista Soledad Palma.

Esta es una etapa crítica que se presenta en la intoxicación, pero también las señales como el letargo, las faltas de ganas de comer y de beber, un cambio en el carácter o el aumento de la agresividad son muestras de que algo no anda bien.

"Si se tiene la sospecha de que el perro o el gato está intoxicado, hay que responder exactamente a '¿qué fue lo que causó el problema?': si se abonó el pasto, si se fumigó recientemente, o alguna sustancia que esté al alcance del perro y los dueños no se hayan dado cuenta de que por accidente la mascota la haya consumido, porque esto ayudará a diagnosticar a la mascota y a salvarle la vida. Este es el paso más importante: identificar la causa", dice Palma.

Una vez determinado qué ocasionó el problema es más sencillo salvarlo, ya que se le aplicarán los medicamentos que contrarresten el efecto nocivo.

"Si, como la mayoría de las veces sucede, no se determina por qué está intoxicada la mascota, se procede a hacer un seguimiento normal al de cualquier problema de envenenamiento: canalizarla (ponerle suero) para que de alguna manera el suero ayude a diluir los tóxicos o el veneno que ingirió y tenga en el cuerpo; después se procede a poner algún fármaco, como un corticoesteroide, para tratar de prevenir algún estado de shock; si se conoce el tóxico se puede poner un antihistamínico también para evitar el shock, y posteriormente se hace un lavado gástrico".

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