A la salud de Baja

AutorFabiola de la Fuente

VALLE DE GUADALUPE.- La vocación agrícola de este sitio está en riesgo, pero los turistas pueden ser aliados de su conservación.

Esta zona, 25 km al norte de Ensenada, produce tres de cada cuatro botellas de vino mexicano y ha desarrollado una escena culinaria tan fascinante que está en boca de todos.

Esos y otros factores han desatado en este vergel una fiebre del oro con intereses no necesariamente favorecedores: en la última década se ha perdido más de 25 por ciento de tierra agrícola y el Instituto Municipal de Investigación y Planeación estima que de las 5 mil 455 hectáreas cultivables que había en 2017, para 2027 quedarán menos de la mitad.

Al ser el único enclave del País con clima mediterráneo, su historial agrícola prevalece gracias al cultivo de la vid, el olivo y otras hortalizas. Organismos y asociaciones civiles se han unido para que esa vocación identitaria se respete y el turismo es parte importante del plan.

SI NO A BEBER VINO, ENTONCES A QUÉ VINO

"Es fundamental que la gente que visite el Valle de Guadalupe lo haga para vivir una experiencia enoturística, cuyos elementos principales son la vinicultura, la gastronomía y el paisaje.

"Si buscan vida nocturna o reventarse en antros o conciertos, es mejor que se eviten el viaje y vayan a lugares apropiados para ello", señala Fernando Pérez Castro, director de Lomita y Finca La Carrodilla, miembro de Por un Valle de Verdad y presidente del Sistema Producto Vid.

El turismo sostenible minimiza el impacto sobre el medio ambiente y la cultura local, contribuye a generar ingresos y empleos dignos para los pobladores, satisface necesidades sociales, económicas y estéticas.

"La responsabilidad es compartida entre anfitriones y turistas. Los primeros deben contemplar eventos y productos en sintonía y con respeto por la vocación y el ecosistema.

"Ofrecer hospedajes masivos o en discordia con el Valle no es correcto. Los turistas pueden adaptar sus expectativas a esa realidad y no exigir cosas poco acordes", agrega el enólogo José Luis Durand.

DÓNDE HOSPEDARSE

El Programa de Ordenamiento Ecológico y el Reglamento de Zonificación y Control Territorial establecen reglas claras. Una de las más importantes indica que cada hotel en la zona sólo puede tener dos habitaciones por hectárea. Tómalo en cuenta al elegir.

Selecciona alojamientos con bodega y viñedos, promoviendo con ello la vocación agrícola.

Palazzo del Valle brinca a la vista por su fastuoso estilo; sin embargo, es ejemplo de...

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