Saltan como canicas

Inquieto, carismático y cantando en vivo ante un Teatro Metropólitan a tres cuartos de su capacidad, Imanol debutó en ese inmueble ayer al mediodía, y mostró que posee talento para dominar cualquier escenario.

Entre saltarinas "canicas", "caritas felices" y mucho baile, el cantante infantil actuó ante sus pequeños admiradores por 50 minutos, a pesar de estar enfermo de la garganta, dado que, como se disculpó, apenas un día antes regresó de Acapulco, luego de grabar el final de El Niño Que Vino del Mar, la telenovela que estelariza y que se transmite por el Canal 2 a las 16:00 horas. "Acabo de grabar el final de la novela y yo creo que el cambio de clima me hizo daño", dijo.

Apoyado por cuatro músicos, tres coristas y sus bailarines, Imanol llegó al escenario disfrazado de monje, tal y como actuó en el montaje teatral de Marcelino, Pan y Vino, para cantar "Soy Muy Feliz".

Ya despojado de su hábito café, el pequeño continuó con "Echale Sonrisas a la Vida" y dedicó después a las niñas presentes la melodía "Cómo Decirte".

Niños y padres de familia acompañaron con las palmas cada canción del repertorio del hijo del actor Manuel Landeta, y participaron en los juegos que organizó el cantante, quien, después de entonar sus aventuras con "El Súper Abuelo", recordó que mientras él cantaba, la Selección de Futbol jugaba ante Estados Unidos, y pidió una porra para los seleccionados.

Con una "Carita Feliz", el también actor precedió su canción más conocida. Desde los primeros acordes de "Como Canica", la mayoría de los asistentes se pusieron de pie y corearon el pegajoso estribillo.

A este movido instante, prosiguió el momento más emotivo del espectáculo, en que Manuel Landeta subió al escenario para acompañar a su...

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