Salgo de lo obvio.- Katz

AutorJulieta Riveroll

La frase de Picasso resuena en su mente: "el arte es la acumulación de experiencias". Cada vez entiende mejor al pintor español. A sus 30 años como artista plástico, Noé Katz (Ciudad de México, 1953) se reinventa.

Si antes apostó por el color en sus esculturas, hoy prefiere dejarlas en blanco. Donde antes había rasgos, sólo conserva el perfil del rostro. En la exposición Con la libertad en el corazón, a inaugurarse el jueves 7 de febrero en el Centro Cultural Bella Época, dará una muestra de su obra reciente.

"Quiero salirme de la obviedad porque a veces puede resultar hasta vulgar", dice Katz en su estudio, localizado en plena zona restaurantera de la Colonia Condesa, ahí un par de ayudantes alistan las piezas para su traslado a la Galería Luis Cardoza y Aragón.

La exposición coincidirá con la presentación del primer libro que reúne su obra de las últimas dos décadas, editado por Tiferet Arts. Contiene las imágenes de 84 cuadros, esculturas y murales, incluyendo las puertas de acero que creó para el Tokoro Museum of Modern Art en Japón, acompañados de las críticas de Luis Rius Caso y Cristina Híjar.

Katz se inició como diseñador gráfico luego de estudiar en la escuela del INBA en La Ciudadela y continuó su formación en la Academia de Bellas Artes de Florencia, con una beca de la Embajada de Italia en México y de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

"Me abrió los ojos a Giotto, al Renacimiento con Miguel Ángel y Fra Angélico y la arquitectura de Brunelleschi, al Duomo. Aprendí mucho. Caminar por Florencia me permitió estar rodeado de arte", asegura.

Fue en Italia donde comenzó a interesarse en la pintura y participó por primera vez en una exposición colectiva. A su regreso a México combinó su labor en el diseño editorial con las artes plásticas.

"Al principio hice mucho dibujo al carbón y al pastel. Luego empecé a pintar al óleo y es la técnica con la que más me he identificado porque me da seguridad, me permite pensar más lo que voy a hacer, a diferencia del acrílico que seca muy rápido", señala el artista.

Aunque Katz se ha inclinado por el arte figurativo y la degradación del color en sus obras, en su trabajo reciente ambas características ya no están tan presentes.

"La premisa del arte es el cambio, pero hay que dejar que venga solo, no hay que forzarlo", considera el hijo de un inmigrante polaco que sobrevivió al Holocausto.

Así le ocurrió cuando al hacer El rapto de la ilusión, un mural para el Edificio Fórum en Polanco pintando al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR