Sacro gran reventón

AutorYaotzin Botello

El cambio de año en Japón es un acto religioso a través del cual uno se deshace de la mala fortuna y reza por una mejor. Las fiestas, costumbres, comidas y días que se usan para dar la bienvenida al Año Nuevo varían de región en región, pero llevan a lo mismo: fortalecer las relaciones de familia.

Los japoneses han establecido oficialmente el Año Nuevo los días 31 de diciembre, 1, 2 y 3 de enero, sin embargo, los preparativos y algunas tradiciones hacen que esos días de fiesta comiencen hasta dos semanas antes y terminen de una a dos después.

La gente va a los templos budistas o a los santuarios sintoístas, se deshace de símbolos del año que pasa y ora por uno mejor, el que viene. Esto lo hace durante varios días o sólo la noche del 31, omisoka, como se la llama.

A la medianoche del 31 de diciembre, los templos budistas hacen sonar sus campanas con 108 golpes seguidos (Jyoya-no-kané), convocando al Año Nuevo. Las estaciones de televisión transmiten desde los templos más famosos donde la gente se arremolina a rezar, hace adoraciones aplaudiendo y deja monedas y papeles a la entrada.

Hay algunas personas que veneran a la deidad del Año Nuevo, Toshigami, y comienzan con un proceso de limpieza de su hogar desde el 13 de diciembre; a la entrada de la casa se pone el kadomatsu, que es el decorado de árboles de pino y bambúes.

Detrás de cada pino se colocan tres tallos de bambú. El pino simboliza la longevidad y los bambúes la constancia y virtud. Además, en la parte superior de la puerta se coloca el shimenawa, una cuerda con tiras de paja y papel blanco que cuelgan de ella.

Antes de dormir, la noche en que se recibe el Año Nuevo o shogatsu (1 de enero), el japonés se llena de esperanza para soñar con un halcón, el Monte Fuji o una berenjena, elementos considerados como buenos presagios del año venidero.

Shogatsu

El 1 de enero es el Año Nuevo o shogatsu. Las oficinas están cerradas, la gente ve el primer amanecer, los niños se reúnen para jugar y algunas personas escriben cartas a sus familiares y amigos.

El Año Nuevo es un día de tranquilidad, tanto que hay quienes prefieren recibirlo y pasarlo en cama, descansando. Las televisoras continúan transmitiendo las celebraciones y pasan imágenes del primer sol, considerado como un buen comienzo del año.

Los niños reciben lo que se nombra otoshidama, pequeños obsequios de dinero por parte de sus padres y familiares. Además, los pequeños se ven para volar papalotes, jugar con raquetas de madera bateando...

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