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Sacan jugo a tatuajes

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Vincent

Más de 200 internos en reclusorios del País cambiaron de lienzo... sin cambiar de pasión.

Acostumbrados a tatuar sus propios cuerpos para recordar a sus familiares o reafirmar sus creencias religiosas, ahora hacen lo mismo con pedazos de tela que acaban convirtiéndose en bolsas, carteras, gorras, cinturones y hasta zapatos de diseño.

Todo esto es gracias a Prison Art, una fundación creada por un antiguo interno del Penal de Puente Grande, en Guadalajara, que se encarga de dar salida a la creatividad de los reclusos y, de paso, apoyarles a ellos y sus familias con la venta de estas piezas únicas.

"Cuando alguien cae en la cárcel, y más si es el jefe de familia, ésta tiende a disgregarse", explica Jorge Cueto, creador de la iniciativa, quien estuvo 11 meses preso acusado de un delito de fraude.

"Lo que nosotros intentamos es que se mantenga esa estructura familiar, y por eso, parte del dinero que ellos ganan por tatuar se va a sus mujeres o a sus hijos".

La idea le surgió a Jorge al poco de haber entrado en el área preventiva del penal, al ver a otros compañeros bordar piezas de vaquetilla con pita (una fibra del maguey) e hilos de plata.

Muchos de estos bordados, sin embargo, quedaban inconclusos cuando los internos ya no disponían de dinero para comprar materiales; fue entonces que le propuso a uno de ellos hacer el mismo trabajo pero con pintura.

El resultado -una bolsa con un Ave Fénix tatuado- le gustó tanto que siguió pidiendo nuevos diseños, al tiempo que otros reclusos se interesaban en el proyecto. Así, en pocas semanas, armó todo un equipo de trabajo y juntó decenas de piezas estampadas que iba sacando cuando su hermana lo visitaba.

Tras ser exculpado de su condena, el proyecto creció: abrieron su primera tienda en San Miguel de Allende y organizaron un equipo de diseñadores para crear nuevos accesorios.

De esta forma, los reclusos sólo tendrían que preocuparse por tatuar, pues las medidas y los moldes de cada producto ya les llegarían armadas del exterior.

"No queríamos una tienda de artesanías al uso, si no algo que demostrara que los muchachos, con los elementos necesarios, pueden hacer cosas únicas", apunta el creador de Prison Art.

Los tatuajes carcelarios, que incluyen Santas...

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