Sabores al Sol

AutorFabiola Hernández

Siempre hay una segunda oportunidad y en el caso de la comida se alcanza gracias al proceso de deshidratación, que permite alargar el periodo de vida de los alimentos y potenciar su sabor.

El método consiste en exponer a los rayos del Sol desde frutas, verduras, hongos, hojas, carne y hasta quesos, todo por un tiempo determinado, a través de cámaras que concentren temperaturas de 60 grados centígrados, generando que el agua de cada producto escape en forma de vapor.

La agrupación Tzenzontle tiene nueve años promoviendo esta técnica como una forma de aprovechar el excedente de comida que comúnmente termina en los vertederos.

"Nosotros promovemos el uso de la la energía solar para procesar alimentos y evitar que se echen a perder o se desperdicien, conservando sus características nutrimentales.

"El objetivo es crear un efecto invernadero para que la temperatura aumente gradualmente con el Sol y posteriormente el agua de los alimentos salga con la presión que provoca la temperatura", explica Rigoberto Pérez Contreras, miembro del organismo.

Aunque la mayoría de los alimentos se puede deshidratar, algunos requieren una exposición solar específica. Por ejemplo, las frutas y verduras que contienen fibra tardan alrededor de 13 horas, mientras que los productos con grandes cantidades de agua, como el jitomate o la papaya, demoran 18 horas. En el caso de la carne, el proceso se puede alargar 24 horas.

Rigoberto menciona que el aguacate es el único alimento que no se puede someter a un proceso de deshidratación, debido a las altas cantidades de aceite que contiene. En tanto, los mariscos tampoco son recomendables por el olor que despiden.

Laura Moreno...

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