Sabor a rebanadas
| Autor | Jorge Salazar |
Si contempla próximamente festejar una fecha especial y quiere dejar impresionados a sus invitados o sólo desea satisfacer un pequeño antojo, la pastelería Los Chatos ofrece sutiles propuestas que inquietan la imaginación de cualquiera.
Para Gilberto Flores, chef pastelero y encargado de la producción diaria de este negocio, cualquier ocasión es ideal para paladear una rebanada de pastel.
"Cuando vienen clientes con gustos clásicos recomiendo el postre de tres leches cubierto con frutas de la estación, así como el de queso con fresa o con chocolate. Los que prefieren algo más natural tienen la oportunidad de disfrutar un pastel relleno de fresa, durazno o almendra. El de licor de café y el selva negra conjugan excelentemente con granos tostados del café.
"Los combinados de mermelada con zarzamora, el de almendras con crema y el de zanahoria con cubierta de nuez son especiales para los exigentes, pero el que sobre sale por su novedad e ingredientes es el de requesón, que por cierto, el año pasado recibió un reconocimiento en un concurso en Francia", dice Flores.
Sin importar cuál sea su decisión, esta pastelería con 13 años de historia, satisface dulcemente cualquier exigencia.
"En la elaboración de un especial para boda o 15 años se requiere más trabajo, mayor tiempo, esmero y creatividad. Uno sencillo se hace en 15 minutos, puede incluir el dibujo hecho a pulso con duya fina de dos argollas entrelazadas. El más elaborado tiene terminado en fondant. Se arma el pan 24 horas antes y dos horas previas al inicio de la fiesta se pone la cobertura de fondant o laminado y ya no se refrigera.
"Presenta una textura lisa, de color blanquecino y opaco. Sobre él se aplican los detalles y un sinnúmero de adornos finos. En ocasiones el cliente propone el diseño y en otros casos los asesoramos. A la novia le pedimos su ramo para copiarlo y un proveedor en Michoacán reproduce las flores con papa y posteriormente decoramos el modelo personalizado", dice Susana García de Alba, titular del área de especiales.
Los terminados, agrega Ernesto García de Alba, propietario de la pastelería Los Chatos, obedecen a las perspectivas de los invitados. El pastelero tiene la tarea de imitar la perla, los bordados, la textura y los adornos del vestido de la novia incluido su tocado y el ramo, y lograr así una armonía en conjunto.
A lo largo de estos años, cabe mencionar que el primer negocio fue inaugurado en Puerto Vallarta, sus recetas originales de pan y cobertura...
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