Sabor con estrella

AutorTeresa Rodríguez

Enviada

PARIS.- Visitar París y no hacer turismo culinario es, sin exagerar, un pecado.

Pasar por alto una visita a la Closerie des Liles, aquella brasserie que vio desfilar por sus mesas a personajes como Hemingway, Lenin o Buñuel, o degustar las delicias de un restaurante con tres estrellas Michelin, como el de Guy Savoy, es imperdonable.

Caminando por las pintorescas calles del barrio de Saint Germain se puede encontrar con uno de los restaurantes más sonados en el París de hoy, L'Atelier de Joël Robuchon.

El horario de reservaciones está bastante restringido, si uno corre con suerte lo apuntan en la lista de espera para ese mismo día. Fue cosa del destino encontrar un par de lugares para el siguiente día por la noche.

El concepto es sencillo, pero ingenioso: los comensales son acomodados en una extensa barra (con lugar para 36 cubiertos) alrededor de una cocina abierta, impecable y un tanto silenciosa; si uno pone atención, apenas logra escuchar la parrilla. Aquella imagen del chef dando órdenes a grito pelón no cabe en este lugar.

Así, el encanto de L'Atelier de Joël Robuchon tiene más que ver con sentirse parte de la acción, observar el proceso de preparación y el montaje de las creaciones culinarias de un chef cuyo prestigio lo ha llevado a abrir filiales de su restaurante "poseedor de una estrella Michelin" en Hong Kong, Las Vegas, Londres, Nueva York, Tokio, Mónaco y Macao. El equipo a cargo de la sucursal parisina está conformado por Eric Bouchenoire, Philippe Braun, Eric Lecerf, el repostero François Benot y el sommelier Antoine Hernández.

Este lugar, establecido en 2003 en el Hotel du Port Royal, ofrece dos menús: uno de pequeñas porciones para degustación y otro de platos a la carta. Si uno busca grandes sorpresas lo mejor será armarse un menú, hay uno sugerido en la carta por aproximadamente 115 euros, de cinco o siete tiempos eligiendo de entre los clásicos que se sirven en pequeñísima porción: foie gras, cordero lechal, manitas de cerdo, callo de hacha, anchoas... En cuanto a vinos, hay una gran variedad de etiquetas por copa o botella, aunque encontrar una botella que vaya ad hoc a la selección de platillos de uno y todos sus acompañantes puede ser complicado.

La decoración es vanguardista, predominan el mobiliario y los accesorios color carmín, que contrastan con las maderas oscuras de la arquitectura y las filipinas negras que llevan los miembros de la cocina. La iluminación tenue regala cierta calidez. Un detalle simple...

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