Saber usar el trapo

AutorJesús Alberto Hernández, Francisco Velázquez y José Luis Martínez

Malos tratos de los automovilistas prepotentes, un policía que lo encañonó con un arma de fuego para extorsionarlo, son las experiencias negativas que Pedro Antonio recuerda que ha vivido en los cinco años que lleva como 'cuidacoches' en el Centro Histórico de Coyoacán.

Como él, la mayoría de quienes se dedican a cuidar autos en las calles de la ciudad tienen que enfrentarse diariamente a la extorsión de los cuerpos policiacos, de los operadores de grúas e incluso de algunos líderes de las agrupaciones a las que pertenecen.

Debido a que sus ganancias se reparten entre varias personas y el trabajo depende de la oferta y la demanda, muchos ni siquiera pueden pensar en ahorros para garantizar su futuro, coinciden cuidacoches.

"Un día porque me negué a darle dinero a un policía, hasta me puso la pistola para amenazarme. Me exigía que le diera 'mordida'. Cuando la gente es así no hay que seguirles el juego, pero (en este trabajo) siempre hay riesgo", reconoció Pedro Antonio.

Como este cuidacoches, otros ven en la organización y en el reconocimiento de las autoridades el camino para garantizar una jubilación, pero ello depende de sensibilizar a los jefes de los sectores policiacos y de convencer a la gente de que pueden ejercer un trabajo digno y seguro, según el coordinador de la Federación de Organizaciones Gremiales y Sociales del DF, Adalberto de la Cruz Colorado.

El dirigente, cuya agrupación cuenta con 257 agremiados en colonias como la Roma y Condesa dice que este objetivo se logrará una vez que las autoridades avancen en el reconocimiento de su actividad.

En el caso de la agrupación que representa, contar con una credencial les ha permitido a los cuidadores llevar a cabo acuerdos con instituciones de salud para brindar consulta médica y hospitalaria para "al menos atenuarles los trámites a sus familiares y a sus esposas", pero la lucha con la Policía es un trabajo que requiere de una labor de sensibilización continua, afirma.

"Cada vez que llegan nuevos elementos al sector vienen con el ímpetu del 'entre'. Por eso, en los años recientes hemos implementado un mecanismo para que cuando llega el nuevo jefe a la colonia, se le presenten los muchachos. Así es como hemos resuelto el problema", explica.

Pedro Antonio, el cuidador de autos de la calle Malitzin reconoce que no todos los policías buscan extorsionar a los cuidacoches. En los tiempos recientes algunos se limitan a pedir monedas "para el refresco", lo cual, considera, es otra forma de...

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