Sólo por hoy.- Guzmán

AutorOmar Cabrera

Alejandra Guzmán ha vivido momentos muy difíciles con las drogas, como hace cuatro años, cuando perdió un bebé y fue a parar a una clínica de recuperación casi con anemia; pero se ha podido recuperar, y lucha cada día por evitar una recaída.

Por eso, en la visita que ayer realizó a la Fundación Renacimiento, a la que donó 200 mil pesos para la rehabilitación de 27 jóvenes adictos a las drogas, repitió casi en cada rincón de esa casa hogar una sola y enfática frase: "Sólo por hoy".

Ante los chicos que residen en esa casa de Tepito, la cantante compartió su experiencia con las sustancias prohibidas y con el alcohol, y les recomendó mucho compromiso y paciencia para dejar la adicción.

"Yo tuve la experiencia y la suerte de haber llegado a una clínica. Yo me la pude pagar, pero fue mi hermano (Luis Enrique) el que me ayudó. Es muy necesario tener a alguien que te dé la mano, porque no es fácil. He tenido muchos momentos donde flaqueas, pero te das cuenta de que lo más importante es tu familia y tú; es entonces cuando sales adelante.

"Soy adicta y alcohólica, pero en rehabilitación, y eso es lo chido. Yo he pasado cosas muy graves que no voy a contar, pero ustedes han visto que ahí he estado duro y dale. La recuperación es constante. Todos los días me levanto y pienso: 'Sólo por hoy'. Es muy complicado, pero sí se puede", detalló Alejandra en entrevista exclusiva.

La intérprete llegó al mediodía a la antigua casona para recorrer las instalaciones de la Fundación. Ahí conoció a varios de los jóvenes que han logrado dejar las drogas, como Carlos, de 23 años, quien ahora es empleado en el departamento de sistemas en un laboratorio médico.

"Te quiero regalar mi collar. Son unas alas que simbolizan tu esfuerzo por ser libre", le dijo Guzmán.

La artista contó que su hija, Frida, ha sido testigo de su recuperación, que se ha reflejado también en su estado de ánimo y hasta en su físico.

"Hace cuatro años yo me deprimí porque perdí un bebé. Llegué a la clínica casi anémica; no me entraba ni la aguja. Pero, cuando sales de esto, empiezas a quererte, te miras al espejo y ves que hay luz, que tus ojos brillan. Es muy duro, pero...

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