Ruta aromática
| Autor | Analine Cedillo |
Fotos: Roberto Antillón
COATEPEC, Veracruz.- Un intenso aroma a café recién molido se percibe desde que se pone un pie en el umbral del museo. De inmediato queda claro el tipo de arte que aquí se resguarda y comparte.
Ubicado a las afueras del Pueblo Mágico de Coatepec, el Museo del Café -proyectado por la empresa El Café-tal Apan-
seduce a quienes buscan conocer el origen natural de esta amada bebida y algunos consejos para disfrutarla de la manera ideal.
Elizabeth García, una apasionada del café cuyos abuelos fueron productores, guía el encuentro. Lo primero, dice, será apreciar el verdadero sabor del café, sin azúcar ni leche. Para ello pide al grupo masticar un grano tostado, percibir su acidez y amargor, a fin de generar una memoria sensorial.
Luego, cada quien elige una preparación: espresso (sabor concentrado), macchiato (con un poco de leche), o coatepecano (con un poco más de agua).
"El café espresso es la versión más intensa en cuanto a extracción", explica Elizabeth. "Hay que quitar esa idea de que el café espresso es el más intenso en cuanto a cafeína".
La idea es apreciar el aroma, el cuerpo y el sabor de la bebida.
"El aroma de la zona de Coatepec tiene dos tonos muy marcados, que son almendras y chocolate", dice Elizabeth y añade que ésta es una característica de la zona productora, definida por la composición mineral del suelo.
Además de la degustación guiada, en el Museo del Café se ven despulpadoras, jarras y otros artefactos de los siglos 19 y 20.
Toda visita debe terminar en la tienda de recuerdos, donde, además de café para preparar en casa se venden granos cubiertos con chocolate y bombones.
GASTROTURISMO AL ESTILO COATEPEC
Más tarde, el grupo de viajeros se interna en el bosque para continuar con la exploración cafetera.
En la Finca Don Silvano -dentro del Fraccionamiento Villa Pixquiac, muy cerca de Coatepec-, la catadora Tania Bonilla y el barista Alejandro Natzul invitan a una experiencia sensorial donde la primera sorpresa es entrar en una habitación donde la iluminación es completamente roja. De acuerdo con los expertos, la idea es que la percepción de los aromas y sabores no esté prejuiciada con lo que se aprecia con la vista.
El momento inicia con un ejercicio sensorial para distinguir los sabores básicos: ácido, amargo, dulce y salado. La intención es tenerlos en mente para poder detectar la trayectoria que hace un buen café en el paladar.
"Nosotros decimos: dulce al contacto, acidez perceptible y resabio...
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