RUTA 66 / Cairo

AutorDiego Beas

WASHINGTON.- El Cairo, Egipto. 4 de junio de 2009. El lugar y la fecha se pueden considerar ya un punto de inflexión en las relaciones de Estados Unidos con el mundo, especialmente el musulmán. Sea porque mañana Obama pronuncie un discurso arriesgado y rompedor que ponga un punto y aparte definitivo a la tormentosa relación que ha tenido con éste desde el 11-S, o por la razón contraría, porque el Presidente estadounidense se estrelle contra la compleja realidad de la relación y presente un discurso plagado de tópicos y buenas intenciones que no cambien nada sustancial.

Ambas posibilidades son reales; lo que finalmente suceda será la medida más concreta para valorar el éxito o fracaso inicial de la política exterior del nuevo Gobierno. Obama se juega mucho mañana en Egipto.

El discurso no será ni protocolario ni uno más en la ya larga lista de alocuciones presidenciales. El que tendrá lugar en la universidad de El Cairo es una apuesta estratégica que busca reorientar la trayectoria que ha seguido la relación de Estados Unidos con el mundo musulmán durante prácticamente la última década.

Se trata del meditado discurso -se anunció pocos días después de su triunfo electoral el 4 de noviembre- en el que Obama debe anunciar al mundo que los días aciagos de la Administración Bush han quedado definitivamente atrás, que los impulsos bélicos de Estados Unidos han cedido y que a partir de ahora el país asumirá un papel más constructivo en el escenario internacional.

El público principal al que se dirige son los mil 300 millones de musulmanes. Desde los más de 200 millones de Indonesia hasta los pobladores del Magreb, de Oriente Medio y los suburbios de París, pasando por los 2.6 millones que viven en Estados Unidos.

Queremos volver a liderar con el ejemplo, dijo Obama a la BBC en la víspera de su primera incursión en el mundo Árabe. "Parte de lo que queremos decirle al mundo es que algunos valores son importantes en los momentos difíciles, quizá especialmente en los más difíciles, y no sólo en los fáciles".

Esto en clara alusión al enorme esfuerzo que realiza el Gobierno actual por alejar a Estados Unidos de las posiciones impopulares que asumió a lo largo de los últimos ocho años. El Presidente va a El Cairo a proponer "un diálogo abierto entre Occidente y el mundo musulmán", que permita dejar atrás "malos entendidos".

El discurso llega después de una serie de gestos cuidadosamente orquestados que tuvieron como objetivo distender y preparar el...

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