Rumberas, precursoras de la revolución sexual en México

MÉXICO, D.F., marzo 13 (EL UNIVERSAL).- Las bailarinas de rumba, cubanas y mexicanas, además de ser protagonistas de cine y teatro, en los años 40, se convirtieron en precursoras de la revolución sexual en México y en estandarte de libertad para las mujeres de esa época.

Así lo indicó Gabriela Pulido Llano, historiadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien añadió que en los años 40, el número de rumberas en México llegó a ascender a 300, desde las famosas actrices de cine, televisión y teatro, entre estas las mexicanas Meche Barba y Lilia Prado, hasta las bailarinas y coristas secundarias de salones de baile y cabarets.

Pulido Llano, quien prepara el libro “Las Rumberas. Cinco ensayos”, refirió que son esas mujeres en quienes las féminas de esa época vieron modelos de representación de la libertad de lo femenino y una antesala de la revolución sexual de este sector poblacional en los años 60.

La investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, especialista en las manifestaciones culturales cubanas arraigadas en México, recordó que las rumberas de la isla no pretendían provocar una revolución, pero los bailes que ejecutaban en las películas -que originalmente introdujeron en el teatro y centros nocturnos- permearon en el ámbito cultural mexicano y luego repercutieron en un cambio de mentalidad.

El proceso de adopción de las formas de expresión de estas bailarinas por parte de la población femenina de México, comenzó por el impacto en los medios de comunicación; “las mujeres no fueron las que lo empezaron a promoverlo, sino fue luego de que los medios se apropiaron de estos espectáculos y les dieron mayor difusión, aunado a la combinación con el contexto nacional en el que este sector de la sociedad ya estaba entrando al plano laboral y a ejercer de otra manera su feminidad, fue así como este fenómeno mediático se convirtió en un movimiento de largo aliento”, abundó.

Se trató un proceso que comenzó en los años 20, que no se dio primero en el Distrito Federal sino en las regiones, cuando se insertó el danzón en Veracruz y en Mérida, y empezó a propagarse en el terreno de la danza y del baile regional. Cuando llegó a la Ciudad de México -a finales de los...

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